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MÉXICO, DF, a 24 de abril del 2015.- Un 24 de abril de 1907 nació en la ciudad de México el fotógrafo más destacado de la Época de Oro del Cine Mexicano, Gabriel Figueroa.
Nació en el seno de una familia acomodada venida a menos. Su madre falleció al darlo a luz y su padre, incapaz de sobreponerse a esta pérdida, terminó por abandonarlo junto con su hermano Roberto al cuidado de unas tías. Estudió pintura en la Academia de San Carlos y a los 16 años descubrió la fotografía gracias al retratista José Guadalupe Velasco. Años después se haría amigo de los fotógrafos Eduardo Guerrero y los hermanos Gilberto y Raúl Martínez Solares para incursionar en el cine.
Debutó en 1932, como fotógrafo de tomas fijas de Revolución de Miguel Contreras Torres. Un año más tarde sería uno de los veinte camarógrafos contratados para la filmación de ¡Viva Villa! de Howard Hawks. Tras algunos trabajos como iluminador, Figueroa recibió una beca para estudiar en los Estados Unidos. Allí conoció a Gregg Toland, uno de los mejores fotógrafos de cine de todos los tiempos, quien le enseñó su particular estilo de iluminación.
Estudió pintura en la Academia de San Carlos y de música en el Conservatorio Nacional. Sin embargo, tras conocer al fotógrafo Eduardo Guerrero, se decidió por su profesión. Figueroa se trasladó a Estados Unidos, donde se familiarizó con los secretos de la lente.
Sus empeños en pro de la naciente industria cinematográfica mexicana datan de 1933. Su primer trabajo formal fue la fotografía de Allá en el Rancho Grande, comedia ranchera dirigida en 1938 por Fernando de Fuentes, que lo hizo merecedor de un premio en el Festival de Venecia.
A partir de los años cuarenta se convirtió en el camarógrafo habitual de Emilio ‘Indio’ Fernández, con el cual formó una mancuerna excepcional en filmes como: Enamorada, María Candelaria, Maclovia, La Malquerida o Salón México, donde por un lado retrata con realismo la sociedad subdesarollada que habitaba los barrios marginales de la ciudad de México y por otra plasma un México nacionalista que resalta la belleza de sus paisajes y tradiciones.
Mientras que con el español Luis Buñuel participó en varias de sus películas más exitosas como: Los Olvidados, Él, Simón del Desierto
Maestro de la luz y de los contrastes cromáticos, Figueroa dotó al cine nacional de fuerza expresiva y profundidad poética de corte nacionalista. Su trabajo fue reconocido en prácticamente todos los festivales internacionales.
Otras de sus cintas más distintivas fueron: La Mujer del Puerto, ¡Vámonos con Pancho Villa!, La Perla, Río Escondido, El Rebozo de Soledad, el Gendarme Desconocido, Macario, Dos Tipos de Cuidado, Ni Sangre ni Arena, entre otras. Una de sus últimos trabajos para el cine fue la película Bajo el Volcán, basada en la novela homónima de Malcolm Lowry y dirigida por John Huston.
Realizó más de 210 cintas con las que ganó 16 premios Ariel y uno más honorífico en 1987, además de un premio Nacional de Bellas Artes en 1971.
Aquí una de sus secuencias más recordadas por hacer un close up a los ojos de María Félix en la película Enamorada: