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ypaz Monroy Villamares/Especial Quadratín México
Primera de dos partes
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de junio (Quadratín México).- Después de más o menos 20 años la industria avícola mexicana volvió a ser víctima de la gripe aviar. Afortunadamente los brotes que recién se registraron se han controlado, sin embargo el riesgo es permanente debido a que hay múltiples formas de contagio, una de ellas y quizá la más peligrosa son las aves migratorias.
Y es que en materia de sanidad “no hay riesgo cero”, dice el presidente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), Jorge García de la Cadena Romero, quien llegó a la presidencia de la agrupación con un panorama algo difícil para la industria avícola a raíz de este virus de alta patogenicidad que ataca a las aves.
Los brotes de gripe aviar que se registraron en el país en menos de dos años, no son culpa de nadie ni tampoco es que hayan fallado las medidas sanitarias, dice el nuevo presidente de la UNA, quien tomó protesta el pasado 30 de abril.
Durante una entrevista con la Agencia de Información Quadratín México, explica que el virus microscópico, sencillamente puede viajar a cualquier parte a través del aire o de los vehículos o de las personas.
Por eso no hay que buscar culpables, comenta el presidente de la UNA, pues ante estas formas de dispersión, ningún país está exento de tener gripe aviar, un virus microscópico que “cuando llega es un monstruo que mete en serios problemas”.
Y un ejemplo de la devastación que provoca la influenza aviar de alta patogenicidad es la ocasionada por la tipo A, subtipo H5N1 que ha generado daños en la avicultura en el mundo, refiere el “Compendio de indicadores económicos del sector avícola 2013”, editado por la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
Cómo protegerse ante la llegada de las aves migratorias de Canadá, por ejemplo de los gansos o de las garzas que arriban a Aguascalientes o a la zona del Bajio, cuestiona Jorge García de la Cadena, y se apresura a asegurar que las medidas sanitarias que existen en el país están bien reforzadas; cada estado siempre está en alerta, además tienen sus propios protocolos de sanidad.
Los comités de protección pecuaria y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), mantienen una constante coordinación en el monitoreo no sólo de las aves de las empresas avícolas grandes, sino también de las artesanales o de traspatio.
Medidas sanitarias que también abarcan a las gallinas de traspatio o artesanales, como les llama el presidente de la UNA, con campañas de vacunación gratuitas para otras enfermedades de las aves como es el Newcastle.
La UNA desde 1998 apoya a las autoridades sanitarias, pero a partir de la publicación en 2007 de la Ley Federal de Sanidad Animal, se reconstituyó al organismo Nacional de Certificación Avícola A.C. (ONCA), que coordina la operatividad de 59 centros de certificación zoosanitarios que cuentan con al menos 150 especialistas autorizados para expedir certificados zoosanitarios de movilización.
Jorge García de la Cadena recuerda que fue en 1993 cuando se tuvo un brote de H5, experiencia que sirvió a las autoridades en sanidad para estar mejor preparadas, y que aunada a la tecnología que ahora se tiene, en la actualidad todo ha abonado para que se tenga un mejor control del virus, que en este caso es el H7N3.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud Animal (OIE, por sus siglas en inglés), con respaldo de la Organización Mundial de Comercio (OMC), entre la lista de principales enfermedades a controlar, destaca la de Newcastle exótica o velogénica, y a la Influenza Aviar Notificable en las aves comerciales, señala el citado compendio.
El H7N3 no es asunto fácil