Dejan hielera con desmembrado en Culiacán
Por Joel Alvarado Muñoz / corresponsal Quadratín México
MONTERREY, NUEVO LEÓN, 2 de mayo (Quadratín México).- Mientras Casimiro Alemán y Guadalupe Castillo optaron por la comodidad del escondite, las bases magisteriales y los grupos políticos salieron a la calle para protestar por la reforma educativa en este Primero de Mayo.
Aunque no lo hicieron de manera coordinada. Por una parte, y bajo el nombre de movimiento de bases magisteriales, los maestros de banquillo, los que sí trabajan, a los que sí les afecta la reforma educativa, se reunieron en un número cercano a los 500 en la plaza Colegio Civil, del centro de Monterrey.
A la misma hora, las nueve de la mañana, un grupo importante de maestros también se reunió, pero ellos fueron convocados en la Plaza La Luz, apenas un par de kilómetros distante del primer grupo.
Los contingentes tenían orígenes diferentes. Unos, los de la plaza colegio civil, se habían organizado a través de las redes sociales y mediante reuniones en un café de la localidad. Tenían todo en contra, desde la etiqueta de anarquistas revoltosos, hasta los llamados telefónicos para que su marcha no fuera apoyada por el resto de los trabajadores de la educación.
La desobediencia fue el signo primero de que Casimiro Alemán y Guadalupe Castillo había perdido el liderazgo. En Nuevo León, un estado donde la disciplina casi raya en la abyección, una convocatoria de este tipo estaba condenada a ser ignorada.
Por eso, el que medio millar de maestros libres recorrieran las calles de Monterrey con sus mantas y protestas, se convierte en un hecho histórico.
Como también puede serlo el hecho de que, a seis meses de asumir la dirigencia de la Sección 50, Guadalupe Castillo haya sido exhibida por su nulo oficio político y su inexistente capacidad de convocatoria.
Y es que la reunión en la plaza la luz fue producto de un desacuerdo entre las expresiones políticas al interior de la sección 50. Los grupos de ErnestoTijerina, Alfonso González, José Ángel Alvarado y Mirna Saldivar, le hicieron ver al Secretario General la necesidad de encabezar este movimiento de protesta.
Pero Guadalupe Castillo fue nuevamente víctima de su soberbia y prepotencia. Con un comunicado basta, dijo, y nadie lo pudo sacar de esa insensatez de Abril.
Fue así como las expresiones políticas de la sección 50 convocaron a la reunión en la plaza La Luz. Tenían doble motivo: Por un lado, no dejar pasar este Primero de Mayo para expresar la inconformidad magisterial. Pero también quería mostrar músculo, Para que Secretario General se diera cuenta de que no es el dueño absoluto de la voluntad de los trabajadores de la educación en Nuevo León.
Sólo resta ver si haberse escondido detrás de un tibio y mal redactado comunicado de prensa le sale caro a Casimiro Alemán y Guadalupe Castillo, o si, también, estamos frente al nacimiento de una nueva conciencia sindical que no ocupa del cencerro de los dirigentes para hacerse escuchar
QMX/fm