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CIUDAD DE MÉXICO, 22 de marzo (Quadratín México).- Hoy en día 40 por ciento del territorio nacional es anormalmente seco, reveló el secretario de Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud, al hablar sobre los efectos del cambio climático en la disponibilidad de agua en el país.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Agua, ante el presidente Enrique Peña Nieto, autoridades y representantes del sector ambiental, Guerra Abud refirió que algunos científicos afirman que siempre ha habido cambios cíclicos en la temperatura terrestre, mientras otros apuntan que los efectos del cambio climático se han dejado sentir severamente y resulta innegable.
México, apuntó, no es ajeno a los efectos del cambio climático y a sistemas climatológicos extremos que afectan la vida humana, más allá de la biodiversidad.
Esto debido a que, por una parte, se registran sequías y, por otro, heladas a destiempo que dañan los cultivos, además de fuertes lluvias que afectan 17 por ciento del país, especialmente a 120 municipios.
Agregó que con la época de estiaje se prevén mayores pérdidas económicas, así como el incremento de incendios forestales, con los consecuentes daños a la biodiversidad.
De ahí la importancia, de los trabajos que emprenda la Comisión Intersecretarial para Sequías a Inundaciones, responsable de instrumentar la política y estrategias nacionales que impulsarán la investigan científica y participación ciudadana para que se tomen medidas necesarias ante los fenómenos climáticos.
Según informes de la Semarnat, el mayor crecimiento poblacional y económico se ha generado en las zonas con menor disponibilidad de agua; en el centro y norte, donde se tiene 31 por ciento de la disponibilidad nacional se concentra 77 por ciento de la población, situación que contrasta con la zona sureste.
En el caso de México, durante el siglo XX se presentaron cuatro grandes periodos de sequía: 1948-1954, 1960-1964, 1970-1978 y 1993-1996 (Cenapred, Segob, 2001), así como una sequía severa en 1998, las cuales afectaron principalmente a los estados del norte del país.
Recientemente se han registrado severos periodos de sequía entre 2000 y 2003, en 2009, y entre 2011 y 2012. Entre los años 2000 y 2003, 18 estados sufrieron por la sequía, de los cuales Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, Veracruz y Sonora fueron los más afectados (Cenapred, 2001, 2002, 2003 y 2004).
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), se estima que las pérdidas económicas a nivel nacional ascendieron a más de mil 800 millones de pesos, además de que casi un millón de hectáreas de cultivo fueron afectadas y se perdieron más de 13 mil cabezas de ganado.
En 2009, la sequía fue el segundo fenómeno hidrometeorológico que causó mayores pérdidas en el país: 152 mil 333 personas resultaron afectadas, los daños ascendieron a tres mil 081 millones de pesos y la superficie afectada de cultivos y pastizales fue de 384 mil 540 hectáreas.
Las entidades con mayor superficie afectada fueron Baja California, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán.
Desde 2011 el país enfrenta una fuerte sequía (clasificada según el NADM1 de intensidad severa a excepcional), cuya afectación ha sido de 130 millones de hectáreas (más de 60 por ciento del territorio nacional), de las cuales 77 millones fueron clasificadas como de sequía extrema.
Las entidades más afectadas han sido Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Guanajuato, Michoacán y Distrito Federal.
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