Ifigenia Martínez Hernández, estadista y precursora feminista
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de febrero (Quadratín México).- El cardenal Norberto Rivera Carrera envió una carta al Papa Benedicto XVI, quien sorprendió al mundo con el anuncio de su renuncia, en la que señala “que deja a la Iglesia de Cristo en paz después de sortear tempestades, incomprensiones y hasta traiciones”.
En el texto que leyó al término de la misa del Miércoles de Ceniza en la Catedral Metropolitana, indicó que “usted pese a la furia del mal permaneció incólume en la fe, siempre actuó con la caridad”.
Asimismo, destaca la valentía del Papa por haber dimitido cuando sus fuerzas físicas considero que ya no son suficientes para llevar el ministerio cetrino.
Su dimisión, dijo, causó sorpresa entre los mexicanos, “y nos lleno de estupor, tristeza y nos dejó un sentimiento de orfandad y desamparo”.
El cardenal aseguró que los mexicanos no lo olvidarán, y recordó la visita que hizo el Papa a México, donde el pueblo se volcó de alegría.
Le recordó que su palabra para la población mexicana durante su visita fue de aliento porque México se encontraba atribulado.
“Este México atribulado por la violencia, la discordia y el dolor de tantas víctimas inocentes recibió de usted la esperanza y el consuelo que hoy nos animan a seguir adelante”, mencionó en su carta.
El cardenal le dice: “quisiéramos pedirle que no se vaya, le dejamos partir porque es su decisión largamente meditada y es la voluntad del Señor. Gracias, mil veces gracias”.
Afirmó que la salida del Papa es un adiós sereno, pero marcado por el sufrimiento de quien ha llevado cargando por casi ocho años en sus hombres la enorme responsabilidad de conducir en medio de los presagios más negros a la Iglesia.
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