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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de febrero (Quadratín México).- El Día de San Valentín está a la vuelta y trae consigo, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía e Informática (INEGI), información que en México el amor está a la baja y los conflictos matrimoniales a la alza.
Y es que los divorcios muestran una tendencia creciente, pues en 1993, por cada 100 enlaces matrimoniales se dieron cinco separaciones, mientras que en 2011 esta relación aumentó a 16 por cada 100, agregó el INEGI.
Con motivo del Día de San Valentín este 14 de febrero, expuso que este aumento paulatino de los divorcios en los últimos años se debe a un efecto doble entre el incremento de las separaciones legales y la disminución de los matrimonios.
Del año 2000 a 2011, el porcentaje de matrimonios se redujo en 19.3 por ciento y el de los divorcios aumentó en 74.3 por ciento.
En cuanto a la duración en el matrimonio, 27.2 por ciento estuvo casado cinco años o menos, 17.4 por ciento permaneció unido de seis a nueve años y poco más de la mitad (54.4 por ciento) proviene de un matrimonio con una duración social de 10 años o más.
La duración media de los matrimonios que disolvieron su vínculo de manera legal es de 13.4 años, esto es, 2.6 años más que en 2000 cuando las parejas que se divorciaron duraron casadas aproximadamente 10.8 años.
De acuerdo con los registros administrativos, en 2011 se registraron en el país 570 mil 954 matrimonios, es decir, se celebraron 4.9 uniones legales por cada mil habitantes.
El INEGI señala que en el Distrito Federal, donde está legalizado el matrimonio entre parejas del mismo sexo, durante 2010 y 2011 se registraron mil 491 uniones de este tipo.
En estos casos, la edad promedio al casarse es de 37 años cuando ambos contrayentes son hombres y 35 años cuando son mujeres; en ambas casos, 80 por ciento de los contrayentes cuenta con estudios de nivel medio superior y superior.
Cuando el matrimonio se da entre un hombre y una mujer, se observa que en 67.7 por ciento de los matrimonios registrados en 2011, el hombre tiene una edad mayor respecto a su cónyuge, en 10.9 por ciento ambos tienen la misma edad y en 21.4 por ciento el hombre es menor que su pareja.
Algunas características socioeconómicas indican que 19.6 por ciento de los matrimonios el hombre tiene mayor escolaridad, en 47.1 por ciento ambos tienen la misma y en 33.3 por ciento ella cuenta con mayor escolaridad.
Sobre la situación conyugal de los mexicanos, información del Censo de Población y Vivienda 2010 indica que 43.9 por ciento de la población de 15 años y más está casada y 15.6 por ciento está en unión libre; así, en conjunto, seis de cada 10 se encuentran unidos.
En tanto, la población soltera representa 29.9 por ciento y sólo una de cada diez (10.4 por ciento) está separada, divorciada o viuda.
En cuanto a la formación de nuevas uniones, la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2009 señala que 90.4 por ciento de las mujeres alguna vez unidas de 30 a 49 años ha formado una sola unión.
Esta proporción tiene un comportamiento diferencial conforme a su situación conyugal actual: 68.2 por ciento de la población femenina del mismo grupo de edad y que se encuentran actualmente en unión libre ha formado una sola unión, mientras que en las viudas de un matrimonio dicho porcentaje aumenta a 97.1 por ciento.
El organismo refiere que la cohabitación premarital se define como el periodo de vida marital previo al matrimonio.
Conforme a la Enadid 2009, 18.1 por ciento de las mujeres en edad fértil actualmente casadas cohabitó premaritalmente con su pareja; 16.1 por ciento de las separadas de un matrimonio también registra este tipo de convivencia, el cual tiende a disminuir a 11.8 y 11.5 por ciento entre las divorciadas y viudas de un matrimonio.
En tanto, la edad media a la primera unión se refiere a la edad promedio en la cual la población contrae matrimonio o se une consensualmente.
Los resultados de la Enadid 2009 indican que la población femenina de 15 años y más se une por primera vez a una edad más temprana que los hombres, con una diferencia de 2.8 años (23.8 y 26.6, respectivamente).
Como parte de los cambios demográficos acontecidos en las últimas décadas, la población femenina ha postergado en forma paulatina su primera unión: en 1995 las mujeres de 15 años y más se unían por primera vez a los 19.9 años.
Es decir, cuatro años menos respecto a 2009; en los hombres se observa una reducción similar, toda vez que en 1995 se unían a los 22.9 años.
Por otra parte, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2011, 37.2 por ciento de las mujeres solteras de 15 años y más declaró haber tenido algún incidente de violencia por parte de su última pareja.
Esta proporción se incrementa a 44.8 por ciento entre las mujeres casadas o en unión libre, de las cuales, 89.2 por ciento sufrió violencia emocional (este tipo de violencia incluye menosprecios, amenazas, y prohibiciones, entre otros).
En tanto, 56.4 por ciento padeció violencia económica (aquí la pareja le reclama cómo gasta el dinero, no le da gasto, se gasta lo que se necesita para la casa o le prohíbe trabajar o estudiar).
A su vez, 25.8 por ciento fue víctima de algún tipo de violencia física (empujones, patadas, golpes con las manos o con objetos, agresiones con armas, entre otros) y 11.7 por ciento tuvo algún incidente de violencia sexual por parte de su pareja.
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