A 7 años de estar prófugo, Gómez Urrutia sigue controlando el Sindicato Minero

CIUDAD DE MÉXICO, 27 de enero (Quadratín México).- El dirigente gremial Napoleón Gómez Urrutia, acusado de fraude al fideicomiso sindical por 55 millones y escondido en Canadá desde hace siete años porque tiene orden de arresto en México, manipuló los estatutos del Sindicato Minero para quedar como presidente vitalicio y secretario general, denunciaron otros miembros.

“Al más puro estilo autoritario al que nos tiene acostumbrados el sindicalismo corporativo y con el fin de seguir burlando de los mineros, Gómez Urrutia ha hecho pesar su cacicazgo en el Sindicato Minero para lo nombren presidente vitalicio”, reiteró Martín Perales Lozano, secretario de Organización y Propaganda de la Cooperativa Veta de Plata.

Gómez Urrutia se encuentra en Vancouver, Canadá desde hace siete años para evadir una orden de arresto federal por violación a la Ley de Instituciones de Crédito por el desvío de los 55 millones de dólares en detrimento de sus agremiados.

“El caso es que Napoleón Gómez Urrutia decidió apoderarse del Sindicato Minero para tener su dominio absoluto y poder seguir chantajeando al gobierno y a las empresas del sector a cambio de impunidad”, agregó Perales Lozano.

Desde su autoexilio, el dirigente minero realizó la más significativa y profunda manipulación estatutaria en la historia de la organización gremial, al introducir la figura de presidente vitalicio, la cual agregó a la Secretaria General en su favor, según el líder.

Con los cambios hechos por Gómez Urrutia, éste tiene “absoluto e indiscutible poder para controlar los recursos económicos de los trabajadores y hacer y deshacer a su antojo gracias a que cuenta con el derecho de veto y de voto.

“La desmedida ambición de poder y el miedo a ser extraditado a México a enfrentar a la justicia mexicana para que responda por el desvío millonario en contra de casi 10 mil trabajadores mineros, motivaron a Gómez Urrutia a hacer profundos cambios estatutarios, de tal suerte que en el modificado Artículo 23 Bis señala que el Presidente, o sea él, tiene las más amplias facultades de representación del sindicato que lo habilitan para hacer las alianzas con organizaciones nacionales y extranjeras, así como representar en todo acto al Sindicato Minero”, explicó el líder cooperativista.

También cuenta con poderes extraordinarios para el control de la administración y bienes del Sindicato Minero y de tal manera, advirtió Perales Lozano, exige a las secciones sindicales locales que le envíen en sobre cerrado las combinaciones de las cajas fuertes donde resguardan los valores patrimoniales de la organización sindical, es decir, las cuotas de los trabajadores-

El dirigente cooperativista también denunció que Gómez Urrutia hizo las modificaciones con el fin de poder controlar el sindicato desde el extranjero.

“La modificación estatutaria no podría ajustarse mejor a la medida del prófugo dirigente minero, ya que si él considera que existen causas de fuerza mayor o que corre peligro su integridad física o su vida, podrá establecer su residencia en cualquier parte del país o en el extranjero y desde allí seguir controlando, como lo hace hoy desde hace siete años desde Vancouver”, indicó.

De hecho, el inciso H del Artículo 23 Bis se estipula que el presidente (ahora vitalicio) participará y tomará acuerdos y decisiones desde el lugar en que se encuentre en todas las reuniones del Sindicato, ya sea a través de teleconferencias o simplemente con el teléfono puesto en altavoz.

El líder cooperativista no pudo, sin embargo, aclarar si el hecho de que no cumple con ciertas obligaciones y responsabilidades que le infieren el estatuto sindical, podrían considerarse motivo de expulsión o de despojo de sus funciones.

La Fracción VIII del Artículo 47 obliga al secretario general del sindicato a “concurrir y presidir todas las sesiones ordinarias y extraordinarias que celebre el Comité Ejecutivo nacional legalizando con sus firmas las actas respectivas”.

En tanto, la Fracción XV del mismo artículo señala que él debe “visitar con la frecuencia que le sea posible, las Secciones y Fracciones del Sindicato, con objeto de conocer personalmente la situación de sus miembros y, oportunamente, sus conflictos”.

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