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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de septiembre (Quadratín México).- En la recta final del sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa, la Iglesia católica resaltó luces y sombras en la administración federal, pero en particular pidió no regatear los logros en materia económica y en la lucha contra el crimen organizado.
Al mismo tiempo, hizo votos para que el presidente electo Enrique Peña Nieto “dé continuidad a aquello que ha funcionado bien, y se aboque con entrega y pasión a buscar el bien y el progreso de nuestra nación”.
La Arquidiócesis Primada de México resaltó la firmeza de Calderón para combatir al crimen organizado.
“Como un flagelo apocalíptico, ha golpeado y herido fuertemente a la sociedad. El gobierno del presidente Calderón tuvo siempre claro que la lucha contra los criminales no era optativa, sino un deber constitucional del Estado para garantizar la seguridad de sus gobernados”.
Asimismo, consideró como irresponsable hablar de los “muertos de Calderón”, como si se hubiera tratado de un régimen dictatorial.
La realidad, aseveró la Arquidiócesis, es mucho más compleja y no acepta juicios ligeros, condenas demagógicas o difamaciones perversas.
Desde luego, admitió, “hubo fallas lamentables, entre ellas, las violaciones a los derechos humanos y la falta de atención puntual a las víctimas”.
Por ello, abundó que “la Iglesia católica ha insistido y seguirá insistiendo, en que al crimen organizado no se le debe combatir sólo con las armas, sino con un programa incluyente en el que participen todos los sectores sociales”.
En otro tenor, “el presidente Calderón ha sido atacado, insultado y ridiculizado como ninguno otro, y pese a ello, ha mostrado tolerancia y respeto a sus adversarios, por lo que hemos de reconocer su apertura a la libertad de expresión”.
Además, se obtuvo “un logro que nadie puede regatear al presidente Calderón que es el manejo responsable de la economía nacional y de las finanzas públicas”, pese a las turbulencias internacionales, principalmente en Estados Unidos, el gobierno mexicano ha actuado con profesionalidad, rapidez y firmeza, subrayó.
Gracias a ello, aseguró, es posible entregar a la nueva administración finanzas sanas, que de mantenerse en esta línea de responsabilidad y disciplina, serán la base para un posterior despunte económico.
También reconoció el esfuerzo de la administración del mandatario a favor de la seguridad social, principalmente para las clases más pobres y vulnerables.
Mención especial merece el gran esfuerzo por alcanzar la “cobertura universal” del Seguro Popular que se constituyó en una esperanza de vida y un alivio económico para miles de familias que ven así cubierta una necesidad fundamental, refirió.
Aunque aún falta mucho por hacer en este sentido, sobre todo en materia de calidad de los servicios, admitió.
La Iglesia católica, puntualizó, apeló a ir más allá de las “posturas irracionales e irreconciliables que secularmente le han hecho tanto daño al país”.
Es deber de honradez y de justicia reconocer lo que se hizo bien en el presente gobierno, pero también precisar las tareas que quedan pendientes para el nuevo responsable del Poder Ejecutivo, expuso la publicación clerical.
Entre esos pendientes están el combate a la pobreza, la seguridad de todos los ciudadanos y las reformas educativa, energética y laboral, éstas ya no se pueden postergar, como ha ocurrido por décadas, con argumentos chantajistas o ideologías trasnochadas que han impedido el desarrollo del país, remarcó.
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