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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de agosto (Quadratín México).-El cardenal Norberto Rivera Carrera resaltó la trascendencia y la vigencia de la Iglesia Católica a nivel mundial, en la cual las personas pueden encontrar cabida no sólo durante momentos de crisis personal, sino también social y cultural.
Por ello, lamentó que con frecuencia alguien se aleje de la fe “por considerar que perdonar era absurdo, que la indisolubilidad del matrimonio era imposible, que amar el dolor y la cruz era repugnante, que respetar la vida no es moderno ni progresista, que no robar sólo es para los que no saben aprovechar las oportunidades”.
Es más, “hasta molesta que en este tiempo de deserciones la Iglesia continúe anunciando el mismo Evangelio, cuando la huida de tantos se podría evitar proclamando un evangelio más atractivo, moderno y progresista, y por supuesto con propuestas consensuadas y democráticas, aunque no sean precisamente las de Jesucristo”.
Durante la celebración de la misa de mediodía en la Catedral Metropolitana, el también arzobispo primado de México hizo notar que así como hace dos mil años muchos rechazaron las palabras del Hijo de Dios, “hoy parecen demasiado duras las palabras de Jesús y su modo de hablar para muchos es inaceptable”.
Él en ningún momento intenta imponer ni obligar a nadie a aceptar su enseñanza, pues el seguimiento de su persona y su doctrina debe ser totalmente libre. “Pero hay que tomar la decisión y una decisión clara y radical; Jesús en su enseñanza no cede, no recorta, no contemporiza, no se acomoda, no hace rebajas”.
Sin embargo así como hay personas que se alejan, también hay quienes continuamente regresan y buscan un verdadero encuentro y un compromiso de vida con Cristo, “que siempre tiene los brazos abiertos porque no quiere que se pierda ninguno de los que el Padre le confió”.
“De la misma manera que Jesucristo recibe a aquel que por algún motivo se retiró, también la Iglesia hace fiesta por el regreso de los hermanos que se alejaron de la comunidad católica y quieren vivir de nuevo la fe de la Iglesia”, externó Rivera Carrera, quien enfatizó que es tiempo de elegir libremente.
El arzobispo Rivera llamó a decidirse y dejar esa vida ambigua en la cual “encendemos una vela a Dios y otra a otros dioses”, en la que nos llamamos cristianos y católicos pero no acatamos los criterios de vida que Jesucristo enseñó, al tiempo que no dejamos que esa fe se refleje en nuestra vida diaria.
“Ciertamente los ideólogos, políticos, sociólogos, líderes humanos pueden y deben ayudar a resolver los problemas concretos de la convivencia, pero sólo Jesús es capaz de responder al misterio profundo de la existencia”, abundó.
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