Advierte Moreira riesgos por reforma al Infonavit; pide alzar la voz
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de agosto (Quadratín México).-México ocupa el primer lugar en bullying entre los alumnos de educación básica, de los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), informaron hoy fuentes oficiales.
La diputada Karla Daniella Villarreal Benassini, del grupo parlamentario de Nueva Alianza, dijo que con el informe sobre bullying, la OCDE advierte sobre la gravedad de la violencia verbal, física, psicológica y social que se registra entre la población infantil de nuestro país y la cual debe atenderse de inmediato, con programas que den resultados a corto, mediano y largos plazos.
Bajo este argumento, la legisladora impulsa una iniciativa de reformas a la Ley General de Educación, para que las autoridades de los tres órdenes de gobierno, en el ámbito de su competencia, fomenten campañas de difusión que transmitan la importancia de una convivencia democrática y libre de violencia en los ámbitos familiar, educativo y comunitario.
Esto, mediante el uso de las tecnologías de la información para fomentar una cultura de la paz en el entorno escolar. Para ello plantea desarrollar modelos de atención integral para las personas receptoras y generadoras de violencia en el entorno escolar.
Villarreal Benassini consideró necesario crear una red interinstitucional u observatorio sobre convivencia escolar y un programa para la prevención y atención de la violencia.
La legisladora señaló que, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, en muchas escuelas en México discriminan a estudiantes de bajos recursos, indígenas, niñas, habitantes del campo, madres adolescentes, así como los que tienen alguna discapacidad o problemas de aprendizaje.
Además, dijo, entre los métodos más practicados en la discriminación entre alumnos está el romper o esconder objetos personales, dejar mensajes escritos, burlarse, poner apodos y hacer amenazas.
“Las conductas agresivas forman parte de un repertorio de aprendizaje en la infancia temprana. Un estudio realizado en Alemania a una población de 228 alumnos, desde la educación elemental hasta la adolescencia, concluyó que los agresores o “bullies” pueden ser reconocidos desde una edad temprana, ya que es fácil observar cómo organizan movimientos en contra de un alumno en particular”, explicó.
El estudio refiere que los agresores alcanzan un alto nivel de popularidad en contraposición a lo que sucede con los agredidos, quienes encuentran dificultad para establecer relaciones interpersonales sanas en la edad adulta; con el paso de los años las víctimas también pueden convertirse en agresores, plantea la iniciativa.
“Estos chicos se dan cuenta de que al ser agresivos pueden ser líderes de un grupo; saben cómo humillar a los más débiles y lograr que otros los obedezcan por miedo a ser agredidos”.
Precisa que entre los factores que desencadenan este comportamiento esta una estricta disciplina que recibieron en casa, la adicción a programas de TV altamente violentos, la conducta de sus padres y la asistencia a escuelas de tipo militarizado. Algunos maestros también provocan conductas agresivas o dan pie a que ciertos alumnos lo hagan.
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