Dejan descuartizado en cajuela de auto en Costera de Acapulco
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de junio (Quadratín México).- El presidente Felipe Calderón reconoció que México no mejoró nada en su sexenio en términos de violencia y justificó que esto se debe a una tendencia criminal que afecta a toda la región latinoamericana.
“En términos de violencia, evidentemente (México no está mejor que hace seis años), porque en México, y no sólo en México, en América Latina, ha habido un incremento exponencial de la violencia y de las muertes generadas por los grupos criminales que se disputan ya no solo rutas, sino territorios, por el mercado de drogas”, manifestó en una entrevista publicada por el diario español El País.
Calderón aseguró que su gobierno ni su guerra contra el crimen organizado, la cual ha dejado hasta el momento más de 55 mil muertos, no es responsable de generar la violencia, por lo que dijo que tampoco teme ser llevado o denunciado ante la Corte Internacional de La Haya.
“No temo, porque hemos actuado en todo momento con escrupuloso respeto a la ley. Ha habido una gran cantidad de homicidios en México, que por supuesto lamentamos, pero los que cometen esos homicidios son los criminales”, explicó.
En respuesta al comentario de que Vicente Fox declara que en México ha habido muchísimas violaciones a los derechos humanos, Calderón simplemente dijo que “si tiene pruebas, que las presente”.
“Seguramente debe haber habido violaciones de los derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas y de la Policía. Pero estas han sido, excepcionales, no sistemáticas”, agregó.
El presidente fue preguntado si pactó con el PRI porque “cuando dio su mensaje la noche electoral parecía muy contento… hay quien asegura que tiene un pacto con” el Partido Revolucionario Institucional de Enrique Peña Nieto.
“¡Vaya! No hay absolutamente nada de eso, mi pacto es con la ley, con la Constitución y con la democracia. Y esa noche estaba yo con la tranquilidad de que no se habían producido en la jornada electoral hechos lamentables de violencia”, contestó.
Calderón lamentó que durante su sexenio una mayoría priísta en el Congreso haya obstaculizado algunas de sus reformas, pero descarto que él vaya a presionar a su partido para que haga lo mismo durante el siguiente gobierno.
Calderón reconoció que en las elecciones del 1 de julio “como panista, perdimos todos. Perdimos los panistas que estamos en el Gobierno al no refrendar en votos el apoyo que podemos tener por nuestra actuación”.
Pero consideró que también se “perdió la dirección panista porque quizá el proceso de selección de candidatos fue errático, tortuoso, costoso políticamente”.
El mandatario comentó que si bien hubo compra de votos, cosa que se tiene que castigar, no fueron suficientes para anular una elección completa, lo cual es una aceptación tácita que la Presidencia la ganó Enrique Peña Nieto.
“No soy de los que creen que una elección se puede decidir así como así por la compra de votos”, dijo. “Sí estimo que si se llega a comprar un voto (darle al elector un obsequio, un dinero o una tarjeta condicionada a un voto), así sean un voto, cien mil o cinco millones, está mal y tiene que corregirse y castigarse”.
“Pero que esos votos sean nulos no necesariamente implica la nulidad de un proceso electoral en el que han votado 70 millones de personas”, enfatizó.
Claro, de acuerdo al IFE, votaron cerca de 50 millones de personas.
El presidente no descartó la posibilidad de que acepte un cargo público, aunque no quedó claro si dentro del sexenio siguiente.
“No lo descarto. La verdad es que hay muchas cosas que hacer porque creo que la labor que empezamos con esta Administración tiene que seguir”, reiteró.
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