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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de julio (Quadratín México).- Unos 3 mil 500 indocumentados, la mayoría centroamericanos, están varados y en situación de emergencia en Coatzacoalcos, Veracruz, sin poder seguir su viaje por el descarrilamiento del tren conocido como “La Bestia” y la caída de un puente, informaron organizaciones civiles.
“Los migrantes, entre los que se encuentran mujeres embarazadas, niños y algunos enfermos, enfrentan el riesgo de contraer infecciones cutáneas, oculares, gastrointestinales y respiratorias, ya que permanecen, se alimentan y duermen a unos pasos de donde muchos defecaron y orinaron”, según la organización del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM) en un comunicado.
Debido al descarrilamiento el pasado 17 de junio en un punto entre Medias Aguas y Tierra Blanca del tren conocido como “La Bestia”, utilizado por los centroamericanos para viajar al centro del país y de ahí hacia la frontera con Estados Unidos, miles de migrantes siguen llegando y se han concentrado en Coatzacoalcos para buscar alimentos y asistencia médica a la espera de reanudar su viaje.
Las autoridades estatales y municipales han sido rebasadas por las necesidades básicas de los inmigrantes, que no son detenidos ni deportados.
El MMM indicó que, impulsados por la necesidad de continuar su viaje, cientos de indocumentados abandonan la ciudad caminando, bajo altas temperaturas y en busca de la siguiente estación ferroviaria para abordar un tren que vaya al norte de México.
“400 migrantes están caminando de Coatzacoalcos a Acayucan con la esperanza de poder llegar a Tierra Blanca”, zonas separadas por unos 300 kilómetros, dijo la activista Marta Sánchez Soler, integrante de dicho organismo humanitario.
Precisó que los centroamericanos evitan el uso de autobuses para no ser aprehendidos por las autoridades migratorias, pero quedan vulnerables ante las bandas delictivas y traficantes de personas que aprovechan sus necesidades, les suben los precios de los artículos que buscan, les engañan y roban.
Debido a la desesperación, diariamente al menos sesenta migrantes se entregan al Instituto Nacional de Migración (INM) para evitar el intenso desgaste emocional, físico y económico que representa el permanecer hacinados bajo un puente, en una zona aledaña a las vías férreas.
En tanto, autoridades federales, estatales y municipales empezaron a instalar letrinas en la zona, así como lavaderos y a prestar algunos servicios básicos de ayuda con la colaboración de la Cruz Roja Mexicana.
Por otra parte, la Comisión de Agua de Veracruz instaló una planta potabilizadora en la zona, mientras que el ayuntamiento de Coatzacoalcos ha empezado a ayudar con despensas a los migrantes.
QMex/bhr