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href=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2013/03/Barack-Obama1.jpg»>WASHINGTON, 10 de marzo (Quadratín México).- El presidente Barack Obama redoblará esta semana su ofensiva política en pos de avanzar en las discusiones sobre los recortes automáticos al presupuesto con tres días de visitas al Capitolio, la sede del poder legislativo.
Aunque el mandatario sostendrá reuniones con legisladores de su partido, la atención se centrará en los encuentros que celebrará con los republicanos de las dos cámaras.
La Casa Blanca ha insistido que la visita del mandatario responde a su interés de hablar con los legisladores sobre las prioridades legislativas para su segundo gobierno, incluyendo la reforma migratoria.
Sin embargo el vocero presidencial Josh Earnest reconoció que uno de los temas en las discusiones será el del presupuesto, tema sobre el cual dijo Obama está abierto a la búsqueda de consensos.
“El presidente está listo para sentarse con los republicanos para compartir sus preocupaciones para hacer algo serio sobre el déficit, pero hacerlo de una manera que sea constructiva para la economía”, señaló en conferencia de prensa el viernes.
Obama visitará el martes próximo el Congreso para encontrarse con el liderazgo y la base demócrata en la cámara de representantes y el miércoles hará lo propio con los republicanos.
El jueves el mandatario volverá al Capitolio para encontrarse a puerta cerrada y por separado con líderes y legisladores republicanos y demócratas.
Los encuentros precederán los acercamientos que el mandatario ha celebrado en los últimos días con republicanos en la búsqueda de consensos que permitan alcanzar un eventual acuerdo sobre el presupuesto de gasto.
El viernes el mandatario comió en la Casa Blanca con el congresista Paul Ryan, presidente del comité del presupuesto de la cámara baja y ex compañero de formula de Mitt Romney en la pasada contienda electoral.
Antes, el miércoles, Obama cenó con líderes republicanos en un céntrico hotel de esta capital buscando generar el clima de acercamiento favorable que ha estado ausente hasta ahora.
El mandatario incluso ha dejado de lado el discurso agresivo que mantuvo en los días previos y posteriores a la puesta en vigor de los recortes por 85 mil millones de dólares, donde acusó a los republicanos de intransigencia.
“El hecho es que Estados Unidos es una país de creencias diferentes y diferentes puntos de vista y eso es lo que nos hace fuerte, y hace nuestro un democrático debate caótico y a veces frustrante, pero al final lo que nos hace especial es nuestra habilidad de superar esas diferencias”, dijo al aludir los recortes en una ceremonia el jueves.
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