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SAN DIEGO, 3 de marzo (Quadratín México).- Desde la tragedia terrorista de las Torres Gemelas de Nueva York, se estrechó la seguridad en Estados Unidos y los tiempos para cruzar la frontera de México al otro lado se multiplicaron, problema que hoy quiere resolver el gobierno estadounidenses mediante recursos tecnológicos y programas internacionales.
De Tijuana a San Diego, la frontera con Estados Unidos más transitada, se puede demorar el cruce hasta cinco horas y es que a las autoridades de seguridad nacional les preocupa la cantidad de droga, indocumentados y otras amenazas cruzan la línea hacia el norte. A esto se le añade el hecho de que se vienen recortes presupuestales que obligarán a disminuir el personal en la frontera en perjuicio de los tiempos de cruce fronterizo.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) del Departamento de Seguridad Interior (HSD) informó que estableció una estrategia para atender la actividad en la línea divisoria.
Se prevé que a partir de esta semana se registren largas esperas para cruzar la frontera, como consecuencia del recorte presupuestal, que reducirá el número de inspectores disponibles en el área.
La CBP informó que mejorará los sistemas automatizados que proporcionan información antiterrorista, modernizará las operaciones comerciales, y se apoyará en programas interinstitucionales y de colaboración internacional.
La institución urgió también a que las empresas extranjeras que exportan a Estados Unidos y que todavía no se registran en programas de seguridad a que lo hagan.
Aclaró que durante los primeros 30 días de marzo, “no esperamos retrasos significativos” por el proceso de recorte masivo multimillonario de presupuesto, aplicado a falta de acuerdos en el Congreso sobre el gasto público federal estadounidense.
La CBP añadió que tendrá como prioridad inspeccionar exportaciones perecederas, y enfatizó que las compañías inscritas en programas de seguridad transfronteriza “tienen de cuatro a seis veces menos posibilidades de inspección”, que requeriría bajar toda la carga comercial para revisión.
La propia oficina de CBP calculó que el “secuestro presupuestal” se traducirá en una reducción de dos mil 750 inspectores, 12.5 por ciento del personal en las garitas y puertos marítimos y terrestres.
La propia CBP calculó que las esperas para cruzar la frontera serán de hasta cinco horas en días festivos y fines de semana.
El recorte masivo o “secuestro” presupuestal es de unos dos billones 400 mil millones de dólares del presupuesto federal.
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