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WASHINGTON, 14 de febrero (Quadratín México).- Pese al recelo de la oposición republicana, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo un llamado a los estados, para que de la mano del Gobierno federal, amplíen los programas preescolares de niños pobres para cerrar la brecha educativa en etapas tempranas.
El presidente explicó que cada dólar que EU invierte en la educación temprana puede generar ahorros de más de siete dólares en el futuro, aumentando las tasas de graduación y reduciendo los embarazos entre las jóvenes y los delitos violentos.
“La educación tiene que comenzar a la edad más temprana posible… estudio tras estudio demuestran que cuanto más temprano comienza el aprendizaje un niño, mejor le va más adelante”, dijo Obama en un discurso en el Centro de Recreación Comunitario de la ciudad de Decatur, en el sureño estado de Georgia.
“La mayoría de los padres de clase media no pueden costear los centenares de dólares a la semana para una escuela preescolar privada. Y para los niños pobres que más lo necesitan, la falta de acceso a una buena educación preescolar puede tener un impacto en toda su vida, y todos pagamos un precio por ello”, advirtió Obama.
En EU “menos de tres de cada diez niños de cuatro años de edad están inscritos en programas preescolares de calidad” y la brecha educativa empieza temprano y eso “no es especulación”, señaló. “Que el tamaño de sus cheques no determine el futuro de sus hijos… hagamos que sea una prioridad nacional el que cada niño tenga acceso a una educación preescolar de alta calidad”, dijo.
Poco antes, Obama visitó un programa preescolar en Decatur, en el marco de una gira por tres estados para promover sus prioridades legislativas.
El presidente estadounidense apuesta por una ambiciosa reforma educativa para mejorar la capacitación de la fuerza laboral y fortalecer la economía, en unos momentos en que, según su Administración, EU ocupa el puesto número 28 de los 38 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en cuanto a educación preescolar.
Obama escogió la escuela de Georgia porque ese estado ha aumentado su inversión en los programas preescolares pese a que muchos estados de la Unión afrontan problemas presupuestarios.
Según la Casa Blanca, el plan garantizaría la educación preescolar desde los cuatro años de edad para niños pobres, y autorizaría fondos para ampliar los programas de educación y guarderías.
El plan beneficiaría a familias que están un 200 % por debajo de la línea de la pobreza que, según los reglamentos federales, equivale a un ingreso anual de hasta 47,100 dólares para una familia de cuatro o de hasta 39,060 dólares para una persona sola con dos hijos.
El Instituto Nacional para la Investigación de Educación Temprana (NIEER, por su sigla en inglés) de la Universidad Rutgers, dijo en su página web que en 2011, sólo el 45 % de los niños de cuatro años, y el 20 % de los de tres años asistieron a programas preescolares subvencionados con fondos estatales o federales, a un costo de cerca de seis mil millones de dólares.
Según el instituto, los recortes estatales en estos programas -pese a una creciente demanda- ponen en riesgo el progreso hasta ahora registrado en esta área. La Casa Blanca no ha precisado el costo del nuevo programa, pero algunos expertos calculan que podría superar los diez mil millones de dólares.
Su plan educativo goza del apoyo de asociaciones y sindicatos de maestros, que lo ven como una herramienta para mejorar el rendimiento académico nacional. Pero la iniciativa desde ya afronta críticas de la oposición, que insiste en la austeridad fiscal.
En ese sentido, el presidente del Comité de Educación de la Cámara baja, el republicano John Kline, consideró que antes de gastar un solo centavo en nuevos programas, “debemos primero evaluar lo que funciona o no en las iniciativas ya existentes, como Head Start”.
Mientras, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ha dicho que la intromisión del Gobierno federal en los programas educativos sólo complicará la educación preescolar.
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