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BEIJING, 5 de febrero (Quadratín México).- Una cálida bienvenida ofreció el Internet cuando un profesor de historia jubilado y un repartidor de garrafones de agua anunciaron su amor públicamente en Weibo, la versión china de Twitter.
Su cuenta del microblog, llamada “amor de dos abuelos viejos” atrajo este día a casi 24 mil seguidores y miles de comentarios.
La pareja, que se llama mutuamente “Bebé Pequeño” y “Bebé Grande”, había subido anteriormente otras fotos y un video en las que aparecen hablando y besándose. “Estamos enamorados”, escribió la pareja en Weibo.
Ellos se casaron el pasado miércoles en Pekín, en una boda sin validez legal retransmitida en vivo por Internet, y que terminó repentinamente con la irrupción del hijo de uno de ellos
“Ha sido terrible”, dijo a los internautas chinos, mediante un mensaje electrónico, esta popular pareja.
Su hijo dijo que esta ceremonia “nos hacía perder la dignidad”, por lo que llegó a la fiesta, apagó la música y golpeó a los invitados.
En la retransmisión del evento, la pareja se ve sentada uno al lado del otro, vestidos de novio y novia, abrazándose mutuamente y rodeada de gente a su alrededor, brindando y cantando, cuando sucede la intervención filial.
A pesar de que la comunidad de gays y lesbianas en China reciben cada vez más aceptación, especialmente en grandes ciudades como Pekín y Shangái, y a través de Internet, esta es una muestra de las dificultades que los homosexuales enfrentan en China en relación con la familia.
Aún así la unión pública del profesor y el repartidor de agua no es la única de este tipo en China. La primera boda gay china tuvo lugar en agosto de 2011 en Shenzhen, al sur del país, ante cinco invitados.
En octubre del año siguiente, la amplia acogida en la Red de otra boda entre homosexuales, esta vez en la provincia costera de Fujian, hizo que muchos activistas la consideraran una señal de cambio hacia la aceptación social.
Pero este tipo de bodas no son comunes, debido a una cultura milenaria centrada en la familia, y la importancia tanto cultural como económica de tener hijos, que tienen que cuidar de sus mayores, dado que el sistema de pensiones no cubre las necesidades básicas.
Según el antiguo filósofo confuciano Mencio, al que todavía se cita a menudo, “hay tres formas de ser un mal hijo, de las cuales la más grave es no tener un heredero”.
La mayoría de homosexuales, especialmente hombres, pasan por heterosexuales para casarse y poder tener un primogénito. No existen cifras oficiales, pero Zhang Beichuan, sexólogo de la Universidad de Qingdao, estima que casi 90 por ciento de los hombres gays están casados con mujeres por presiones familiares.
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