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LA HABANA, 12 de enero (Quadratín México).- Cuba dispondrá desde este lunes de una nueva Ley Migratoria que flexibiliza trámites para viajar a otros países, una de las más esperadas reformas del gobierno del presidente Raúl Castro.
Pasaporte actualizado y legalizado, visa del país receptor y boleto aéreo, serán los únicos documentos que necesitarán los viajeros para cumplir un sueño acariciado durante décadas por generaciones de cubanos.
El cambio en la legislación anunciado en octubre pasado elimina los costosos y engorrosos trámites, entre ellos el controversial permiso de salida y la carta de invitación exigidos por el Ministerio del Interior.
Varias categorías de profesionales, personas consideradas “vitales” por razones de “interés público” o de “defensa y seguridad nacional”, y atletas de alto rendimiento necesitarán autorización especial para entrar y salir de Cuba.
La posibilidad de viajar a otros países originó entusiasmo entre el personal médico de la isla, tras informes de que también podrían salir del país, incluso en vacaciones, sin las trabas hasta ahora vigentes.
La normativa isleña extiende de 11 a 24 meses el tiempo máximo de permanencia en el exterior para los residentes en Cuba que viajen por asuntos particulares sin temor a perder su residencia.
Los menores de 18 años también podrán disfrutar del derecho a viajes temporales al exterior, previa autorización de sus padres o tutores legales ante notario público.
Pero quedan excluidos de viajar los varones sujetos a la Ley del Servicio Militar.
Los que emigraron deben ingresar a Cuba con un pasaporte nacional para una permanencia de hasta 90 días de visita, pero los que tienen un permiso de residencia en el exterior pueden estar en territorio cubano hasta por 180 días.
Los emigrantes ilegales que abandonaron la isla tras los Acuerdos Migratorios con Estados Unidos en 1994, podrán retornar transcurridos ocho años como mínimo desde que ocurrió el hecho.
Sin embargo, no tendrían que esperar ocho años para regresar al país como turistas aquellos ciudadanos que emigraron de manera ilegal cuando eran menores de 16 años.
Por razones de “defensa y seguridad nacional”, están excluidos de volver a Cuba quienes la abandonaron a través de la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo, extremo oriental de la isla.
Al justificar la vigencia de algunas restricciones, el gobierno cubano en los últimos días fustigó de nuevo la política de Estados Unidos hacia la isla, en especial la Ley de Ajuste cubano de 1966.
Los medios oficiales, en especial el diario Granma, alegan que Washington ha manipulado durante décadas el tema migratorio cubano como “instrumento de presión o chantaje políticos”.
Acusan a su vecino del norte de incentivar la emigración ilegal al aceptar a quienes pisan “ilegalmente territorio estadunidense, y de politizar el tema al establecer que todo emigrado cubano es un “refugiado”.
Los éxodos que han llevado a casi dos millones de cubanos a abandonar la isla de gobierno comunista, en 85 por ciento hacia Estados Unidos, se enmarcan en los éxodos de 1965 (Camarioca), 1980 (Mariel) y 1994 (la llamada “Crisis de los balseros”).
Sin embargo, la salida de cubanos ha continuado y quienes logran pisar territorio de Estados Unidos son admitidos (bajo la política de pies secos/pies mojados), después de la firma de los acuerdos migratorios bilaterales de 1994.
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