Terremoto en zona china del Tíbet deja cerca de 100 muertos
JERUSALEN, 11 de enero (Quadratín México).- Leon Panetta, el Secretario de Defensa estadounidense que está a punto de dejar sus funciones y Martin Dempsey, el oficial superior del Estado Mayor Conjunto y principal asesor militar de Barak Obama, enviaron un doble mensaje al presidente sirio, a los aliados estadounidenses de la zona y a los rebeldes que tratan de derrocar a Asad.
Por un lado advierten contra el uso de armas químicas en Siria, y por el otro descartan el despliegue de tropas de tierra por parte de Estados Unidos.
Existe la persistente preocupación de que Assad podría usar sus armas químicas, tal vez contra su propio pueblo, en un último esfuerzo para salvar a su régimen, sin embargo el General Dempsey, expresó su temor de que los esfuerzos para prevenir el uso de armas químicas en Siria no puede ser fructífero debido a la falta de inteligencia y de una vigilancia eficaz y persistente. En otras palabras que es imposible actuar puntualmente para evitar su uso.
El retiro de las fuerzas estadounidenses estacionadas frente a las costas sirias, significa que si Asad decidiera hacer uso de sus arsenales o si estos cayeran en manos de los opositores, Turquía, Israel y Jordania, quedarán librados a sus propias fuerzas. Hasta ahora, Estados Unidos diio únicamente su apoyo político a los rebeldes. Actualmente, su mayor preocupación es cómo asegurar qué sucederá con las armas químicas de Siria si el presidente Bashar al-Assad perdiere el poder. Los extremistas islámicos podrían tomar el control de las armas químicas, que incluyen el gas sarín, el VX (un poderoso agente nervioso) y el gas mostaza.
Nadie hizo referencia a los depósitos de uranio sirio que puede producir suficientes explosivos nucleares para armar por lo menos cinco bombas nucleares y que eventualmente podrían transferirse a Irán.
Ni la valla de seguridad que Benjamín Netanyahu quiere levantar en su frontera con Siria ni los proyectiles Patriot apostados en la frontera sirio-turca por pedido de Recep Tayyip Erdogan, podrán evitar el uso de armamento químico contra esos países. Y mucho menos Jordania el país más vulnerable de la región.
El presidente Barack Obama había dicho a principios del mes pasado, que el uso de armas químicas contra los rebeldes sería una “línea roja” y cambiaría su “cálculo” sobre una posible intervención militar allí. Sin embargo, Panetta dijo más tarde, que al parecer el gobierno sirio había reducido sus preparativos para el posible uso de las armas.
No muy lejos de allí, un submarino nuclear de la Quinta Flota de la Marina de los EE.UU. chocó con una nave no identificada en el Golfo, aparentemente sin causar grandes daños ni víctimas. Uno de los dos periscopios del submarino fue dañado, pero su reactor nuclear y su planta de propulsión permanecieron intactos. Cualquier incidente marítimo en la zona, después que Irán ha amenazado con bloquear el tráfico de petroleros por el Estrecho de Ormuz, no es menos amenazante que lo que sucede en Siria y lo que allí pudiere acaecer en un futuro cercano.
Hoy se reunirán en Ginebra, Lakhdar Brahimi, el enviado de las Naciones Unidas para Siria, acusado por el régimen sirio “parcialidad manifiesta” después de que éste dijera que Asad no debería ser parte de una transición política en Siria, Mikhail Bogdanov el viceministro ruso de Relaciones Exteriores y el subsecretario de Estado William Burns de EE.UU. buscando una manera de poner fin al conflicto en Siria.
QMX/yb/arm
JERUSALEN, 11 de enero (Quadratín México).- Leon Panetta, el Secretario de Defensa estadounidense que está a punto de dejar sus funciones y Martin Dempsey, el oficial superior del Estado Mayor Conjunto y principal asesor militar de Barak Obama, enviaron un doble mensaje al presidente sirio, a los aliados estadounidenses de la zona y a los rebeldes que tratan de derrocar a Asad.
Por un lado advierten contra el uso de armas químicas en Siria, y por el otro descartan el despliegue de tropas de tierra por parte de Estados Unidos.
Existe la persistente preocupación de que Assad podría usar sus armas químicas, tal vez contra su propio pueblo, en un último esfuerzo para salvar a su régimen, sin embargo el General Dempsey, expresó su temor de que los esfuerzos para prevenir el uso de armas químicas en Siria no puede ser fructífero debido a la falta de inteligencia y de una vigilancia eficaz y persistente. En otras palabras que es imposible actuar puntualmente para evitar su uso.
El retiro de las fuerzas estadounidenses estacionadas frente a las costas sirias, significa que si Asad decidiera hacer uso de sus arsenales o si estos cayeran en manos de los opositores, Turquía, Israel y Jordania, quedarán librados a sus propias fuerzas. Hasta ahora, Estados Unidos diio únicamente su apoyo político a los rebeldes. Actualmente, su mayor preocupación es cómo asegurar qué sucederá con las armas químicas de Siria si el presidente Bashar al-Assad perdiere el poder. Los extremistas islámicos podrían tomar el control de las armas químicas, que incluyen el gas sarín, el VX (un poderoso agente nervioso) y el gas mostaza.
Nadie hizo referencia a los depósitos de uranio sirio que puede producir suficientes explosivos nucleares para armar por lo menos cinco bombas nucleares y que eventualmente podrían transferirse a Irán.
Ni la valla de seguridad que Benjamín Netanyahu quiere levantar en su frontera con Siria ni los proyectiles Patriot apostados en la frontera sirio-turca por pedido de Recep Tayyip Erdogan, podrán evitar el uso de armamento químico contra esos países. Y mucho menos Jordania el país más vulnerable de la región.
El presidente Barack Obama había dicho a principios del mes pasado, que el uso de armas químicas contra los rebeldes sería una “línea roja” y cambiaría su “cálculo” sobre una posible intervención militar allí. Sin embargo, Panetta dijo más tarde, que al parecer el gobierno sirio había reducido sus preparativos para el posible uso de las armas.
No muy lejos de allí, un submarino nuclear de la Quinta Flota de la Marina de los EE.UU. chocó con una nave no identificada en el Golfo, aparentemente sin causar grandes daños ni víctimas. Uno de los dos periscopios del submarino fue dañado, pero su reactor nuclear y su planta de propulsión permanecieron intactos. Cualquier incidente marítimo en la zona, después que Irán ha amenazado con bloquear el tráfico de petroleros por el Estrecho de Ormuz, no es menos amenazante que lo que sucede en Siria y lo que allí pudiere acaecer en un futuro cercano.
Hoy se reunirán en Ginebra, Lakhdar Brahimi, el enviado de las Naciones Unidas para Siria, acusado por el régimen sirio “parcialidad manifiesta” después de que éste dijera que Asad no debería ser parte de una transición política en Siria, Mikhail Bogdanov el viceministro ruso de Relaciones Exteriores y el subsecretario de Estado William Burns de EE.UU. buscando una manera de poner fin al conflicto en Siria.
QMX/yb/arm