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GINEBRA, 23 de noviembre (Quadratín México).- El cambio climático suele estar ligado a malas noticias, pero hoy ha causado conmoción, ya que debido a este fenómeno ambiental la nieve ha disminuido en los alpes suizos, lo cual, a su vez, dejó al descubierto los restos de tres hermanos que habían desaparecido hace 86 años.
El caso es que unos alpinistas británicos escalaban el glaciar de Aletsch, en el cantón suizo de Valais, cuando encontraron completamente visibles los restos de los desaparecidos, ropas y objetos personales.
Fuentes policiales suizas confirmaron hoy el increíble hallazgo.
Efectivamente, agregaron las autoridades, los restos óseos encontrados esta semana en el glaciar por los montañista británicos son los de Johann, Cletus y Fidelis Ebener, nacidos respectivamente en 1895, 1897 y 1903, y desaparecidos en marzo de 1926.
Los restos fueron encontrados junto a ropa, raquetas de nieve, bastones de esquí, unos prismáticos, un reloj de bolsillo, una pipa y una mochila que contenía nuevefrancos de la década de 1920.
Conmocionados por el descubrimiento, de inmediato contactaron a rescatistas, quienes trasladaron los restos a un centro forense de la localidad de Sion.
Allí, los expertos constataron la existencia de tres ADN distintos, pero con ADN mitocondrial idéntico, lo que significa que son hermanos.
Pero la increíble historia aún continúa, porque resulta que la mañana del 4 de marzo de 1926, los tres hermanos salieron de su pueblo de Kippel para pasear por la montaña en compañía de su vecino y guía de montaña Max Rieder, cuyos restos no aparecen aún por ningún lado.
El hecho es que a media mañana, los hermanos decidieron hacer un alto en una cabaña, donde se instalaron, y por la tarde hacer una inspección de los alrededores para organizar el itinerario del día siguiente.
A partir de este momento es cuando se desconoce qué ocurrió, si cayeron en una grieta o si les sorprendió una tormenta de nieve que les impidió regresar al refugio, las dos hipótesis más plausibles.
Marina Bellwald, sobrina de los desparecidos, comentó al diario local Walliser Bote que se ha disipado mucha tristeza de familiares que hoy sobreviven a los tres hermanos, pero “mientras que no puedan encontrar al último, la tristeza no se marchará del todo”.
Bellwald vive en la casa de los desafortunados alpinistas.
Han pasado más de 80 años, pero el hallazgo ha causado una profunda impresión en la región, porque la historia de los hermanos Ebener es una de las tragedias familiares más recordadas de toda la zona.
“Después de tantos años, es una gran conmoción. La desaparición y su historia, de las que yo he oído hablar desde que era niña, siempre han ensombrecido a nuestra familia”, añadió Bellwald, que reconoció que la noticia “ha sido una liberación parcial”.
Buena parte de los descendientes de los miembros de la trágica cordada siguen viviendo en Kippel y están organizando ahora el entierro y el funeral que no tuvieron los hermanos por razones obvias.
Conocedores de que la montaña no suele devolver a sus víctimas, los familiares saben que son de los pocos que van a poder ofrecer a seres queridos fallecidos en la montaña un lugar de entierro.
Como recordó el portavoz de la policía de Valais, Jean-Marie Bornet, “desde 1926 casi 300 personas permanecen desaparecidas en zonas naturales de Valais, especialmente en la montaña”.
Bornet indicó no obstante que el retroceso de los glaciares a causa del cambio climático puede seguir dando sorpresas.
“Debería ocurrir que, cada vez con más frecuencia, salgan nuevos restos de desaparecidos a la superficie”, dijo.
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