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QUERÉTARO, 11 de noviembre (Quadratín México).- La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla Miranda, dijo que Centroamérica ha venido a México a alzar la voz sobre la urgencia de implementar estrategias para combatir con mayor eficacia al narcotráfico, el cual no se puede perseguir ”a nivel naciones”, sino que requiere una lucha más regional y más global.
La presidenta, empero, se negó a adelantar posibles escenarios de cambio de estrategia en esta lucha en México y Centroamérica, sin antes conversar con el presidente electo Enrique Peña Nieto.
“Pero sí quiero decir que Centroamérica ha venido levantando la voz, en relación con la urgente necesidad de realizar algunas de las actuales estrategias de combate al narcotráfico”, dijo la mandataria, quien participa en la Cumbre de Negocios en esta ciudad.
En conferencia de prensa, explicó que el éxito del combate de Colombia a los cárteles del nacotráfico generó un desplazamiento de las bandas criminales a México y la parte norte de Centroamérica.
Agregó que el futuro éxito que logre México al combatir este problema, no debe desplazar a las bandas criminales hacia Centroamérica y para ser exitosos se tiene que conceptualizar esta lucha como más regional y más global.
Subrayó que esta lucha “nos ha unido, porque hemos entendido que al narcotráfico no se le puede seguir persiguiendo a nivel de naciones individualmente hablando”.
Durante la X edición de México Cumbre de Negocios, adelantó que “así como pudimos trabajar con el presidente Calderón también lo podemos trabajar con el presidente Peña Nieto”.
Añadió que Mesoamérica levantó la voz para “exigir mayor determinación por parte de Estados Unidos, mayor posibilidad de analizar diversos escenarios del combate más eficiente”.
Aunque aseguró que Costa Rica todavía tiene una situación relativamente buena o no tan grave, al tener una baja tasa de homicidios, reconoció que se ven mayores expresiones de operación del crimen organizado.
En los últimos dos años se redujo la criminalidad, pero hay un “abultamiento” de la población carcelaria, ya que las prisiones tienen 30 por ciento de sobrepoblación, con criminales más violentos y más jóvenes.
“Mientras hemos incrementado el número de encarcelamiento en estos dos años en 60 por ciento como promedio, cuando analizamos la población joven que hemos encarcelado se ha incrementado en casi 300 por ciento”, resaltó.
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