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CIUDAD DEL VATICANO, 4 de noviembre (Quadratín México).- Benedicto XVI aseguró hoy que la relación de un ser humano con Dios le enseña incluso a amar a quien no lo merece, durante un discurso pronunciado poco después de bendecir a una multitud con la oración del Ángelus.
Ante más de 10 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, Benedicto XVI estableció que los hombres de Dios sólo pueden aprender a querer siempre y sólo el bien, nunca el mal.
“El mandamiento del amor lo puede poner en práctica plenamente quien vive una relación profunda con Dios, justo como el niño se vuelve capaz de amar a partir de una buena relación con la madre y el padre”, dijo.
“Si el amor de Dios puso raíces profundas en una persona, ésta se encuentra en grado de amar a quien no lo merece como lo hace Dios con nosotros”, agregó.
Precisó que el padre y la madre no aman a los hijos sólo cuando lo merecen: los aman siempre, aunque naturalmente les hacen comprender cuando cometen errores.
Según el pontífice, en su vida espiritual los creyentes aprenden a mirar al otro no sólo con sus ojos, sino con la mirada de Dios, que es la mirada de Jesucristo.
“Una mirada que parte del corazón y no se queda en la superficie, va más allá de las apariencias y alcanza a captar las profundas expectativas del otro: que abriéndome al otro como es, ayudándole, siendo disponible, yo me abro también a conocer a Dios, a sentir que él existe y es bueno”, apuntó.
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