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MADRID, 19 de septiembre (Quadratín México).- Representantes de la clase política española y centenares de ciudadanos dieron su adiós al histórico dirigente del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, a cuya capilla ardiente acudieron a dar sus condolencias.
El Auditorio “Marcelino Camacho” de la central Comisión Obreras (CCOO) de Madrid fue el escenario donde se instaló la capilla con los restos de Carrillo, que falleció la víspera a los 97 años de edad debido a un problema de riego sanguíneo.
El féretro se colocó en el escenario del auditorio y se podía apreciar el cuerpo de Carrillo. Se instaló una fotografía en la que el político español aparece fumando un cigarro y con la frase “El capitalismo puede llegar a destruir la especie humana”.
Asimismo, le rodearon las banderas del Partido Comunista de España, de la Unión Europea, y de la Comunidad Autónoma de Madrid.
El ex dirigente comunista, quien nació en Gijón, norte de España, en 1915, combatió en la Guerra Civil española y fue figura relevante de la oposición al franquismo.
Ingresó en las Juventudes Socialistas en 1928, fue nombrado secretario de las Juventudes Socialistas y posteriormente, se afilió al Partido Comunista de España (PCE), del que llegó a ser secretario general entre 1960 y 1982, con apoyo de la histórica Dolores Ibárruri “La Pasionaria”.
Carrillo dimitió como secretario general del PCE después de 22 años en el cargo, una vez que se confirmó que su partido había sido relegado definitivamente por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la confianza electoral de la izquierda.
Fue excluido del PCE en 1985 y desde entonces fue un observador, a través de libros, artículos periodísticos e intervenciones en la radio, hasta su fallecimiento el martes.
La primera personalidad en llegar a la capilla ardiente fue Adolfo Suárez Illana, hijo del ex presidente del gobierno español, Adolfo Suárez, para agradecer el papel de Carrillo durante la transición democrática.
Recordó que Carrillo se jugó su capital político y su vida y creyó en el proyecto de transición del gobierno de su padre, lo que le dio legitimidad a ese proceso de cambio político tras la dictadura franquista.
El ex presidente del gobierno español (1982-1996) el socialista Felipe González, destacó el “coraje político” del ex dirigente comunista que con su acción “contribuyó a la consolidación de una convivencia en libertad y paz”.
El ex vicepresidente del gobierno de González, el socialista Alfonso Guerra, sostuvo que Carrillo “aportó sentido común y de la responsabilidad desde un partido que estaba en el extremos del arco parlamentario, el comunista, y eso facilitó el acuerdo para reconocer la monarquía y la Constitución” (1978).
Por parte del gobierno español, acudió la vicepresidenta primera Soraya Sáenz de Santamaría, quien destacó el papel de Carrillo en el siglo XX de España, especialmente “en la transición, un momento decisivo en la historia del país”.
El diputado de coalición Izquierda Unida (IU), formación de la que es parte el PCE, Gaspar Llamazares, expuso que recordar a Carrillo es hacerlo “con la dignidad de la República y el compromiso con la democracia”, que son valores que forman parte de la historia política española.
El ex presidente del Congreso de los Diputados y de la comunidad de Castilla La Mancha, José Bono, recordó a Carrillo “como un español excepcional, leal con sus ideas y coherente en la defensa de la clase trabajadora. España debe estarle agradecida”.
A dar el pésame se acercaron políticos de otras formaciones políticas, del mundo de la cultura como los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel, el actor Juan Diego y otros, además de centenares de ciudadanos.
Los restos de Carrillo estarán este miércoles en la sede de la central sindical, y podría prolongarse su estancia hasta el jueves para ser llevado al cementerio de La Almudena donde serán incinerados.
Como fue su petición, sus cenizas serán esparcidas en aguas del Mar Cantábrico frente a la bahía de Gijón, su lugar de nacimiento.
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