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DAMASCO, 26 de agosto (Quadratín México).- El presidente sirio Bashar al-Assad advirtió hoy que no cesará hasta acabar con el “complot extranjero” contra su país, poco después de que la oposición denunció una nueva masacre del ejército cerca de Damasco, que dejó unos 300 muertos.
En medio de los crecientes combates en Alepo y la sorpresiva reaparición en público del vicepresidente Faruq al Charaa, tras casi un mes de los rumores sobre su deserción, al-Assad aseguró este domingo que Siria no cesará hasta derrotar el complot en su contra.
“El pueblo sirio no permitirá a esta conspiración internacional lograr sus objetivos”, afirmó al-Assad en una reunión con una delegación diplomática iraní encabezada por Alaeddin Boroujerdi, jefe de Seguridad Nacional, y la Comisión Exterior del Parlamento iraní.
La delegación iraní también se reunió con el vicepresidente al-Sharaa, su primer acto público con el que al parecer buscar poner fin a los rumores generalizados sobre que desertó hace unas semanas al régimen y huyó a Jordania.
El mandatario sirio aseguró que lo que está sucediendo ahora no es sólo dirigido a Siria, sino a toda la región, debido a que su país es piedra angular de la zona.
“El pueblo sirio evitará a cualquier precio que esta conspiración alcance sus objetivos… El pueblo sirio no permitirá esa conspiración”, afirmó el mandatario, según un reporte de la agencia oficial de noticias de Siria, SANA.
La declaración de al-Assad se conoció poco después de que opositores sirios y activistas internacionales acusaron al régimen de al-Assad de perpetrar una nueva masacre en Daraya, una pequeña localidad ubicada al sur de Damasco y donde unos 300 cuerpos fueron encontrados.
El opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) denunció que fueron hallados al menos 320 cuerpos de personas que murieron en los últimos días en una ofensiva militar de las fuerzas del régimen sirio, según un reporte de la cadena Al Arabiya.
De acuerdo con la denuncia, el régimen “impuso un bloqueo”, cortó los suministros hacia Daraya y bombardeó la ciudad indiscriminadamente, usando aviones y armas pesadas, que cobraron la vida de cientos de personas, entre ellos varios niños y bebés.
“Después, grupos criminales llevaron a cabo ejecuciones sumarias, y los cuerpos fueron desmembrados, quemados”, destacó el reporte de la oposición, difundido en internet junto con videos, en los que se ven los cuerpos de decenas de personas cerca de una mezquita.
Uno de los videos con imágenes más impresionantes corresponde a la Coordinación de Comités Locales (LCC), una red de activistas sobre el terreno de combate en Siria, en el que se ven cuerpos apilados de decenas de personas ejecutadas o quemadas.
En su video, titulado “Masacre en la mezquita de Abu Sleiman Addarani de Daraya”, la LCC asegura que las víctimas fueron acribilladas por el régimen del presidente al-Assad, el cual asegura que se trató de una operación antiterrorista.
La televisión estatal siria y la agencia oficial de noticias SANA divulgaron a lo largo del día un comunicado oficial en el que el régimen aseguró que la ciudad de Daraya fue “purificada de los terroristas”, aunque no precisa el número de víctimas.
En tanto, los combates continúan en Alepo, donde, según la oposición, fueron desplegados tanques que bombardearon con intensidad los barrios de al-Lawwan y Nahr Aishe, en el sur de la ciudad, además de las provincias de Idlib, Deraa, Hama y Homs.
Los ataques de tanques y helicópteros de combate también bombardearon áreas rebeldes cerca de la frontera con Jordania, cuyo gobierno denunció la caída de un misil sirio en su territorio.
El portavoz del gobierno de Jordania, Samih Maaytah, explicó que el misil cayó a unos 90 kilómetros de la capital, cerca de la ciudad fronteriza de Ramtha y que presuntamente fue disparado durante los enfrentamientos entre las fuerzas y rebeldes sirios en Daraa.
“Estamos muy preocupados. Es una violación de nuestra soberanía nacional. Estos incidentes son inaceptables”, subrayó el portavoz del gobierno jordano, tras afirmar que su país se reserva su derecho a responder de repetirse este tipo de incidentes.
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