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WASHINGTON, 23 de agosto (Quadratín México).- Más de dos mil soldados estadounidenses han muerto desde 2001 en la “guerra contra el terrorismo” que libra Estados Unidos en Afganistán y otras partes del mundo, informó hoy el Pentágono.
El organismo castrense norteamericano agregó que en los 11 años de operativos antiterroristas, 17 mil 288 soldados han resultado heridos, mientras que del total de muertos, mil 638 se registraron en Afganistán.
Dentro de la campaña que Estados Unidos ha denominado “Libertad duradera” y en acciones contra quienes Washington considera terroristas otros 116 soldados y tres civiles estadounidenses han perdido la vida.
Esas bajas han ocurrido en la base naval estadounidense de Bahía de Guantánamo (Cuba), Yibuti, Eritrea, Etiopía, Jordania, Kenia, Kirguizistán, Pakistán, las Filipinas, Seychelles, Sudán, Tayikistán, Uzbekistán y Yemen.
Por su parte, el jefe de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, general de la Infantería de Marina John Allen, dijo que el estrés del Ramadán en medio del verano puede haber contribuido al incremento reciente de ataques contra las fuerzas de Estados Unidos en aquel país, sus aliados y el gobierno afgano.
En una teleconferencia desde Afganistán, Allen indicó que no sólo las fuerzas estadounidenses han sufrido un aumento de las bajas recientemente, sino que también las tropas del gobierno afgano han sido objeto de más ataques.
“Es la estación de las campañas militares”, dijo Allen. “Las fuerzas afganas también tienen más bajas porque ha aumentado su número, y porque participan más en las operaciones, han tomado la ofensiva”.
El oficial dijo que no se comprenden plenamente las razones de los ataques perpetrados por soldados y oficiales de las fuerzas gubernamentales afganas contra los soldados de Estados Unidos y sus aliados.
Allen dijo que los talibanes también pueden haber desempeñado un papel directo en algunos casos haciéndose pasar por soldados o policías afganos.
Otros factores, añadió, incluyen el hecho de que el mes de ayuno en Ramadán, con su estrés, ocurre este año en medio del verano y durante la temporada de campañas militares en el país del sur de Asia.
En el más reciente de estos ataques, el domingo pasado, dos policías afganos dispararon contra soldados estadounidenses en la provincia de Kandahar y mataron a uno de ellos, lo que elevó a diez la cifra de soldados norteamericanos muertos en este tipo de incidentes en dos semanas.
Según datos oficiales, en lo que va de año han muerto 40 militares de la misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Afganistán en acciones de este tipo.
En cuanto a los atacantes, dijo Allen, “entre los que hemos capturado y los que han muerto, sus números son muy pequeños”.
“Algunos son infiltrados, algunos estuvieron motivados por quejas personales o la radicalización, o porque se tornaron susceptibles a una ideología extremista”, añadió.
Las tropas internacionales comenzaron a retirarse de Afganistán en julio de 2011 para transferir gradualmente la responsabilidad de la seguridad al Ejército y Policía del país.
Este proceso debe concluir en 2014, si se cumplen los plazos previstos, y transcurre en medio de una de las fases más sangrientas de la guerra afgana, que ya dura más de una década desde la invasión de EU y la caída del régimen integrista talibán.
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