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LONDRES, 19 de agosto (Quadratín México).- El fundador de Wikileaks, Julian Assange, pidió hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que detenga la cacería de brujas contra Wikileaks, su personal y sus simpatizantes.
“Le pedí al presidente Obama hacer lo correcto. Estados Unidos debe renunciar a su cacería de brujas contra Wikileaks”, dijo Assange desde un balcón de la Embajada de Ecuador en el Reino Unido.
El periodista australiano afirmó que mientras Wikileaks esté bajo amenaza “también lo estará la libertad de expresión”.
Assange, quien es acusado en Suecia de abuso sexual y violación, agradeció a los países que lo ayudaron, especialmente Ecuador, este domingo en su primera aparición pública, ya que corre el riesgo de ser detenido si pone un pie fuera de la embajada, donde se refugió el pasado 19 de junio.
El balcón de la embajada, considerado territorio diplomático y por lo tanto inatacable, se encuentra en un entrepiso, por lo que Assange hablaba, literalmente, por encima de la cabeza de los policías que custodian el edificio.
Baltasar Garzón, ex juez español y abogado defensor de Assange, dijo que su cliente está con ánimo “combativo” y le pidió “que recurra a la justicia para proteger los derechos de WikiLeaks, los suyos y los de todas las personas que son objeto de una investigación”.
Suecia reclama a Assange por un presunto caso de agresión sexual y violación, pero él teme que lo extraditen a Estados Unidos para que responda de acusaciones de espionaje debido a la difusión en 2010 por WikiLeaks de cientos de miles de cables diplomáticos estadounidenses.
Kristinn Hrafnsson, el segundo al mando de WikiLeaks, aseguró este domingo en declaraciones a la AFP que si Suecia se comprometiera a no extraditarle a Estados Unidos, sería una “buena base para negociar” una salida para el periodista australiano de 41 años.
“Sería una buena base para negociar, una manera de cerrar este asunto, si las autoridades suecas declararan sin ninguna reserva que Julian (Assange) nunca será extraditado de Suecia a Estados Unidos”, indicó Hrafnsson.
“Puedo asegurarle que él (Assange) ha querido responder a las preguntas del fiscal sueco desde hace mucho tiempo, desde hace casi dos años”, añadió.
Suecia reaccionó rápidamente: “el sospechoso no tiene el privilegio de dictar sus condiciones”.
“Si WikiLeaks quiere dar un mensaje de este tipo, deben hacerlo con nosotros directamente, de manera convencional”, dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia.
Frente a la embajada ecuatoriana, situada en un edificio en el centro de Londres, había cerca de medio centenar de simpatizantes de Assange, algunos con las máscaras del movimiento Anonymous, cantando y coreando eslóganes que pedían, en particular, la dimisión del ministro de Relaciones Exteriores, William Hague.
Medio centenar de policías flanqueaban el edificio ante el que aguardaban decenas de periodistas y la calle de acceso estaba cortada.
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