Destaca EU soluciones para protección y residencia de refugiados
LA HABANA, 26 de julio (Quadratín México).- Si Estados Unidos desea hablar con Cuba de igual a igual, “la mesa está servida”, aseguró el presidente Raúl Castro.
Al encabezar el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional, una de las efemérides más importantes de la isla señaló: “los cubanos somos gente pacífica… nos gusta hacer amistad con todos, incluyendo con Estados Unidos”.
En un improvisado discurso al terminar el acto conmemorativo, dijo que “el día que quieran la mesa está servida”.
Raúl Castro mencionó que con Washington se pueden discutir todos los temas desde la democracia y la libertad de prensa hasta los derechos humanos pero “en igualdad de condiciones porque no somos sometidos, ni colonia de nadie, ni títere de nadie”.
Ello también implica, agregó, hablar sobre los problemas que en estos mismos aspectos enfrenta Estados Unidos y sus aliados occidentales. Miles de personas se reunieron en Guantánamo, a unos 900 kilómetros al oriente de la capital, para el mitin que fue transmitido en vivo por la televisión nacional.
“Mientras tanto aquí estamos y siempre con la caballería lista por si acaso, pero una vez más proclamo aquí nuestra vocación pacífica, no tenemos ningún interés en hacerle nada a nadie, pero defendemos nuestro pueblo”, expresó Castro.
Vestido de uniforme verde olivo, el mandatario cubano tomó la palabra luego de que el acto parecía acabarse y a diferencia de la mayoría de las veces improvisó sin leer.
Castro criticó también a los disidentes, a los cuales consideró una avanzada de los grupos de interés estadunidenses sobre la isla “que no están haciendo otra cosa que creando las bases y aspirando para que un día aquí suceda lo de Libia”.
No es la primera vez que Castro menciona su deseo de conversar con Washington, pero invariablemente la Casa Blanca condicionó el diálogo a las transformaciones políticas en el modelo de la isla sobre todo la aceptación del pluripartidismo.
La fecha recuerda el asalto al Cuartel Moncada en 1953, considerado el inicio de las acciones encabezadas por Fidel y Raúl Castro que finalmente llevaron al derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista en 1959.
Aunque la toma de la fortaleza militar fracasó, muchos jóvenes murieron y los Castro fueron tomados como prisioneros sirvió para dar a conocer a los rebeldes y sumarles apoyo popular.
QMex/bhr