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href=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2013/04/serpientes.jpg»>CIUDAD DE MÉXICO, 26 de abril (Quadratín México).- Con el propósito de rememorar juegos infantiles como Doña Blanca y La víbora de la mar, la compañía Eterno Caracol creó la pieza coreográfica “Serpientes y escaleras”, cuyo estreno será el próximo, 4 de mayo en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”.
Esther Lopezllera, directora y coreógrafa de la compañía, explicó que la pieza surgió a partir de la preocupación de cómo juegan los niños ahora y cómo se jugaba hace algunas décadas.
“Evidentemente tiene mucho que ver con la dinámica que hoy se vive y con cierta inseguridad, que hace que los niños vayan teniendo espacios cada vez más limitados para jugar; “ahora es muy difícil que la mamá le diga a su hijo que vaya a divertirse a la calle con sus amiguitos”, explicó.
Por ello, los infantes permanecen en sus casas o, en todo caso y si se tiene buena suerte, en parques en compañía con sus padres. Las desventajas de estar en sus hogares es que no tienen mucho espacio y, por ende, hace que se vayan a la parte de los juegos electrónicos, apuntó.
En este sentido, dijo que el espectáculo “Serpientes y escaleras”, que se une a la celebración del Día del Niño, está basado en un texto sobre una niña que vive precisamente esta situación, de mucha rapidez, y que casi no ve a su mamá, por lo que se la pasa más en los juegos electrónicos que interactuando con otros niños.
Sin embargo, en una ocasión la madre tiene que llevársela a su trabajo y ella le pide no ir, entonces para que acceda le presta su celular para que no se aburra.
“La niña se va hipnotizando con los juegos, pero de pronto aparece un personaje imaginario en el escenario, quien puede ser un motociclista o un astronauta, y éste trata de sacarla de esa hipnosis. Sin embargo, la niña no le hace caso, hasta que por fin la saca y la lleva a un mundo colmado de juegos tradicionales”, detalló.
Para eso, el personaje saca un tablero de Serpientes y escaleras y los dados, y el juego de la Lotería, a fin de que ambos comiencen a nombrar a “El Catrín”, “El Valiente” y “El Borracho”, y así van apareciendo estos personajes que acompañarán a la protagonista a un viaje por otros divertidos juegos, como La víbora de la mar.
“El espectáculo se vuelve lúdico, creativo e imaginario. Al final, como toda historia se rompe al escucharse la voz de la madre que la llama, a la vez que la niña le pide más tiempo para jugar con sus nuevos amiguitos”, refirió Lopezllera.
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