Las Roscas de Reyes fitness, entre tradición y nuevas delicias
SANTIAGO, 8 de abril (Quadratín México).- Este lunes culminó la exhumación de los restos del poeta Pablo Neruda, para que sea analizado y aclarar si fue asesinado, o no, durante la dictadura de Augusto Pinochet.
La diligencia fue realizada con base a una querella por homicidio presentada en 2011 por el Partido Comunista, por la cual el juez chileno Mario Carroza ordenó la exhumación del escritor y Premio Nobel de Literatura chileno, para determinar si efectivamente murió de complicaciones vinculadas al cáncer de próstata que padecía.
Carroza decidió exhumar los restos del poeta chileno tras nuevos antecedentes que configuran posiblemente un hecho criminal. Así como de revisar informes de especialistas, en el sentido de que es factible realizar la diligencia pese al tiempo transcurrido del deceso.
La exhumación duró apenas una hora gracias a que el tiempo y las condiciones en que se llevaron a cabo los trabajos fueron mejores de lo que se esperaba, y a que el féretro de Neruda estaba separado del de Matilde Urrutia.
Los restos fueron trasladados hasta la sede en Santiago del Servicio Médico Legal.
Neruda fue hospitalizado en la Clínica Santa María el 19 de septiembre de 1973, mientras se tramitaba un salvoconducto para sacarlo del país con rumbo a México.
Sin embargo, falleció cuatro días más tarde en el recinto hospitalario, en medio de circunstancias sospechosas, aunque las autoridades médicas señalaron que el deceso se debió al cáncer de próstata que padecía.
Pero su ex chofer, Manuel Araya, sostiene desde hace unos años la teoría que el Premio Nobel chileno fue envenenado en una clínica.
El cuerpo del poeta descansa en la Isla Negra en Santiago de Chile.
QMX/tab