Cantan gol pollitos de América y silencian a Gallos Blancos
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de mayo (Quadratín México).- Al fallar un penal de último minuto, los Xolos de Tijuana concluyeron su participación en la Copa Libertadores tras empatar a un gol en el partido de vuelta con el Atlético Mineiro de Brasil, en encuentro disputado en el estadio Independencia.
El epílogo fue un desborde de emociones, sobre todo porque Duvier Riascos falló un penal en el minuto 93, cuando el árbitro no se amilanó con el ambiente y pitó una falta de Leonardo Silva sobre Pablo Aguilar que se había ido al ataque.
El colombiano, quien se mostró perfecto y con desparpajo durante todo el encuentro, incluso al hacer el gol de los Xolos, tiró con confianza pero sin dirección, como si el centro de la portería fuera el punto rojo de un tiro al blanco, pero ahí el pie del portero Víctor evitó la tragedia para el Mineiro.
Todos corrieron a abrazar a su guardameta que le devolvió las palpitaciones a la grada después de sufrir mucho una serie de cuartos de final histórica.
No habrá luto para los Xolos a pesar de todo, pues en su primera participación en Copa Libertadores han dejado un grato sabor en la competencia al quedar entre los primeros ocho del continente y ser siempre más peligrosos que su rival.
El equipo de Antonio Mohamed, quien dirigió su último juego, le hizo un partido a los brasileños para estrujarse la última de las neuronas.
Se lo complicó desde antes del minuto uno cuando Duvier Riascos sorprendió con un tiro potente que el arquero Víctor mandó a tiro de esquina. Premonición de que los mexicanos darían la batalla.
Tan bien fue planeado el esquema en Brasil, tan cercano a la perfección con el gol de Duvier Riascos tras un largo pase de Richard Ruiz, que el estadio Independencia guardó un mutismo sepulcral.
Nada parecido a los albores del juego cuando la afición hizo valer su promesa de sacar máscaras de una película de terror y un mosaíco en apoyo a uno de los mejores equipos brasileños que no pierde en casa desde agosto de 2011.
Algo convulsionado, el Mineiro se fue al frente, con Ronaldinho en estado de transición, lento, cabizbajo y sin esa chispa peculiar.
Alcanzaron el empate en una jugada a balón parado donde Javier Gandolfi midió mal la trayectoria y no cortó el centro que remató Rever Araujo para sellar el pase, pues los brasileños ya no provocaron más acciones de peligro.
Se preguntará aún Antonio Mohamed si fue bueno haber sacado a Alfredo Moreno para meter a Bruno Piceno, pues el juvenil desperdició una jugada frente al portero que reclamaba una definición más sofisticada.
De esa forma, Xolos perdió el pase a las semifinales de la Libertadores cuando el destino se lo había puesto en las manos.
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