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MADRID, 22 de noviembre (Quadratín México).- El Real Madrid pudo golear al City, pero salió del Etihad Stadium con un empate (1-1), por lo que su clasificación a la segunda fase es un hecho. No así el primer puesto de grupo, que ha acabado en las manos del Borussia de Dortmund con su victoria sobre el Ajax.
El resultado no es achacable a una falta de ambición. Más bien al poco acierto del equipo de cara al arco de Hart, especialmente el de Sami Khedira.
El alemán tuvo las ocasiones más claras y no supo superar al portero del City. Quedó patente que lo suyo no es el remate, sino la destrucción. Donde unos naufragan, otros sobresalen. Benzema tuvo la puntería más fina, adelantando a los blancos a los diez minutos de juego. Los de Mourinho se divertían y bailaban al son de Xabi Alonso al todopoderoso City.
Mancini saltó al campo con una de esas tácticas que sólo él entiende, por mucho que su hijo diga que sabe más de esto que su homólogo en Concha Espina. Jugándose la clasificación en la Champions, plantó a cinco hombres alrededor de los dominios de Hart.
El exceso de defensores condujo al caos colectivo. El equipo no se encontraba cómodo, al verse superado en el centro del campo. Mancini improvisó sobre la marcha y colocó a Koralov a la altura de los centrocampistas.
Aun así el balón seguía en poder blanco. Las contras se sucedían con Ronaldo encarnando un papel más creativo de lo normal en la ausencia de Özil.
En principio las labores del germano estaban destinadas a Modric. Sin embargo, el croata estuvo bastante espeso. En cambio CR7 supo interpretar el partido y se movió más por el centro que de costumbre, generando juego para Benzema y Di María. Delantero y extremo se desfondaban en labores ofensivas sin encontrar la recompensa del gol.
Así se llegó al descanso. El Madrid había realizado una primera mitad para enmarcar, pero no materializó la superioridad en el electrónico y eso la pasó factura a la hora de ganar las apuestas deportivas en Manchester. Un fallo, que le costaría caro. Los 45 minutos fueron otra historia. Ahora las camisetas blancas corrían más de lo habitual detrás de la pelota.
Mancini había dado entrada a Javi García por Koralov, ganando en presencia el City en la medular. El partido era ya uno de ida y vuelta con acciones de peligro en las dos áreas. En una de ellas el estadio cantó gol. Los aficionados vieron dentro un remate a bocajarro del Kun, olvidándose de Casillas. El Santo siempre aparece en las grandes noches y Mánchester vestida de Champions no sería una excepción.
El guión estaba a punto de dar un giro radical. El colegio señaló un penalti algo dudoso de Arbeloa sobre el Agüero. Le sacó amarilla al lateral, quedándose el Madrid con uno menos al ser la segunda.
El argentino no perdonó estaba vez y quedaban unos 15 minutos de infarto. Una de las apuestas en Premier League soñaba todavía con la remontada, mientras que los madridistas se conformaban ahora con las tablas.
Finalmente, el electrónico no se alteraría más. El Madrid se ganó su billete a los octavos y el City peleará con el Ajax por una plaza.
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