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href=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2013/04/gatear.jpg»>CIUDAD DE MÉXICO, 22 de abril (Quadratín México).- La experta Sonia Pérez Aguilera dijo que estimular al niño a gatear desde el octavo mes de vida, así como procurar que al llegar a su primer año deambule es vital para su desarrollo psicomotriz al fortalecer la función neurológica y el movimiento de sus extremidades.
La especialista en pediatría adscrita al Hospital General de Zona 14 del IMSS en Jalisco agregó que “el gateo es un aspecto que brinda a los niños herramientas para una mayor destreza y agilidad con el fin de alcanzar la motricidad fina, todos los infantes tienden a gatear pero es necesario estimularlos y fomentar esta práctica”.
Explicó que el uso de la andadera debe ser moderado y no antes del octavo mes de vida del niño dado que aún sus extremidades son inmaduras y utilizarla de manera anticipada puede incluso propiciar deformaciones en pies.
Comentó que la andadera es útil en el proceso de enseñar al niño a caminar; “sin embargo, esto no debe sustituir el gateo previo a la deambulación, a partir del primer año de vida es importante que los padres de familia dediquen tiempo para enseñar al infante a dar sus primeros pasos”.
“Existen métodos diversos, uno que es tradicional o muy utilizado es cruzar en el pecho del niño un rebozo largo e incitarlo a avanzar poco a poco al sujetarlo de ambos lados, o bien pueden tomarlo de la mano y con este soporte estimularlo a mover sus piernas lentamente”.
Aconsejó dedicar por lo menos 30 minutos diarios al entrenamiento de los primeros pasos del niño, lo cual también contribuirá a fortalecer las piernas del pequeño al mantenerlas en buena forma física.
Precisó que lo ideal es que al niño se le enseñe a caminar “dentro del hogar y no en parques o vía pública, retirar de los alrededores objetos que puedan estorbarle, y es deseable que se practique la deambulación y el gateo en una superficie plana”.
Afirmó que las caídas pueden ser frecuentes en este proceso, “por fortuna no suelen ser graves, sin embargo, se recomienda a los padres tener precaución en este sentido”.
Manifestó que las causas por las que el niño no logra caminar en ese periodo “suelen ser de origen neurológico, como algún tipo de atrofia o inmadurez cerebral que ocasiona un retraso motriz, no obstante también puede tener causas de tipo ortopédico como pie equinovaro o luxaciones de cadera, por lo que es necesaria la valoración médica en estos casos”.
QMX/arm