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href=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2013/04/baterias-usadas-plomo-acido.jpeg»>CIUDAD DE MÉXICO, 16 de abril (Quadratín México).- Aun cuando México ya implementa medidas para el buen manejo de baterías de plomo-ácido usadas, todavía presenta vacíos y omisiones importantes en su marco normativo vigente, respecto al control y requisitos en materia de emisiones al ambiente.
Lo anterior quedó de manifiesto en la versión final del informe independiente del Secretariado de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), en el que se abordan los riesgos ambientales y para la salud, atribuibles al comercio de pilas en América del Norte.
La investigación señala que las baterías de plomo-ácido de automóviles y camiones, constituyen uno de los productos de consumo que más se recicla a escala mundial por lo valioso del plomo que contienen y por su reutilización.
La directora ejecutiva de CCA, Irasema Coronado comentó que el informe “¿Comercio peligroso? Estudio sobre las exportaciones de baterías de plomo-ácido usadas generadas en Estados Unidos y el reciclaje de plomo secundario en Canadá, Estados Unidos y México”, se elaboró debido a que algunas empresas estadounidenses exportan este tipo de pilas para su reciclaje en México y a otros países, a fin de evitar los costos que resultan del cumplimiento de leyes ambientales estrictas vigentes en el país del norte.
El manejo inadecuado del plomo representa un grave riesgo para la salud de los trabajadores, así como de la población infantil y otros miembros de las comunidades que viven cerca de plantas fundidoras.
Por ello, Irasema Coronado destacó que quienes tienen automóvil “nos atañe el problema y debemos asegurarnos de que los desechos peligrosos que sometemos a reciclaje están siendo adecuadamente eliminados, sin importar adónde se envían para su procesamiento”. Señala que en la actualidad Estados Unidos cuenta con el marco más estricto, sin embargo en nuestro país, con vacíos y omisiones importantes en esta área, se observa la mayor brecha respecto de los estándares estadounidenses en ciertos controles y requisitos en materia de emisiones.
Se calcula que en el periodo de 2004-2011, las exportaciones netas de baterías de plomo-ácido usadas (BPAU) de Estados Unidos a México, aumentaron entre 449 y 525 por ciento.
Y de acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos y la Oficina del Censo de este país, señala que en 2011 se exportaron 47 millones 352 mil 382 kilogramos de BPAU, sin que se les aplicara el código arancelario armonizado adecuado.
Las recomendaciones que presenta el informe en materia de política ambiental, que los gobiernos de América del Norte podrían emprender para mejorar el manejo de estos desechos tan comunes y potencialmente peligrosos, están las que se refieren al marco normativo que regulan a las fundidoras secundarias de plomo en Canadá, Estados Unidos y México.
Indican que las dependencias gubernamentales correspondientes de Canadá y México deben comprometerse a lograr en la industria de la fundición secundaria de plomo, niveles de protección ambiental y de la salud, funcionalmente equivalentes a los de Estados Unidos.
Por otra parte, el vecino país del norte, debe exigir el uso de manifiestos para cada envío internacional de BPAU, así como requerir que los exportadores obtengan un certificado de recuperación por parte de la instalación de reciclaje.
Destaca que México necesita establecer un sistema integral de monitoreo, que mida las emisiones de plomo al aire generadas por cada una de las fundidoras secundarias de plomo en operación en el país.
En respuesta a la preparación del informe, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) intensificó sus investigaciones y operaciones, por lo que implementó un programa especial orientado a abordar la problemática.
Como resultado de la adopción de diversas medidas de aplicación de la legislación ambiental en México, durante 2012 y lo que va de 2013 se inspeccionó a 20 establecimientos autorizados para reciclar BPAU, así como el decomiso de más de 256 toneladas de BPAU.
México ya está implementando medidas en este sentido, lo cual es un buen augurio para el futuro, y la CCA continuará respaldando las iniciativas de ese país, destaca el informe.
El manejo de este tipo de baterías representa una oportunidad para establecer lazos de cooperación entre las dependencias ambientales de América del Norte, así como elevar los niveles de aplicación y cumplimiento de la respectiva legislación ambiental”, señaló Irasema Coronado.
Para la integración del informe se recurrió a estadísticas del ministerio de Medio Ambiente de Canadá, la EPA y la Oficina del Censo de Estados Unidos, y el gobierno mexicano que detallan el comercio legal de BPAU.
El informe incluye un análisis del comercio transfronterizo de baterías de plomo-ácido usadas (BPAU) y presenta recomendaciones para un monitoreo más eficaz de su manejo al Consejo de la CCA, integrado por el ministro de Medio Ambiente de Canadá, la administradora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos y el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México.
QMX/mmv/arm