Llama Salud a tomar medidas preventivas ante bajas temperaturas
ypaz Monroy Villamares, Especial para Quadratín México
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de diciembre (Quadratín México).- Con la tecnología al servicio del bienestar humano, atrás quedaron los feos, pesados y duros zapatos ortopédicos, ahora con plantillas personalizadas elaboradas con materiales específicos, se puede corregir no sólo el pie plano, que aproximadamente el 60 de la población mexicana padece, sino además otras anormalidades que pueden provocar problemas de cadera o espalda.
La especialista de Piedica México, Gloria Newell asegura que diversas alteraciones del sistema esquelético se derivan de algunas patologías del pie, es decir, si el apoyo de éste es irregular al momento de caminar, con el tiempo puede desencadenar dolor en la espalda o en la rodilla.
Una pisada normal del pie es cuando se apoya el 60 por ciento en la parte del retropié y cuando se está en marcha, 40 por ciento en la parte de adelante.
La importancia de tener una pisada normal, estriba en que “los pies son nuestros cimientos y en la medida que no estén bien, vamos a tener repercusiones en toda nuestra estructura”.
La tecnología se ha desarrollado gracias a los especialistas que estudian la función del pie, de tal forma que mediante un sistema muy sofisticado con la computadora, las plantillas son diseñadas y posteriormente esculpidas por una maquina fresadora.
Al momento de caminar con esa plantilla, el apoyo del pie se normaliza trayendo consigo un beneficio en el pie y en la estructura postural.
Sobre esta tecnología italiana introducida a nuestro país hace 10 años por Piedica México, su directora general Gloria Newell, recuerda que anteriormente el estudio de la función del pie se realizaba con plataformas de fuerza vectorial, las que con el tiempo se desarrollaron hasta llegar a las digitalizadas con cuatro sensores por centímetro cuadrado.
En una entrevista concedida a la Agencia de Información Quadratín México, Newell explicó que el baropodómetro electrónico con el cual se lleva a cabo el estudio de la funcionalidad del pie, está compuesto por una videocámara y una plataforma digitalizada con aproximadamente 25 mil 600 sensores de presión, dispuestos a lo largo y ancho de un pasillo de dos metros; así como un sistema computarizado para el procesamiento de los datos.
La persona camina sobre el pasillo y la plataforma digitalizada registra la funcionalidad articular, la biomecánica del pie y las repercusiones que tienen en la postura. El sistema analiza la distribución de las cargas y presiones de los pies cuando se está parado y en movimiento.
Con este sistema digitalizado, avalado por diversas instituciones europeas y nacionales como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se pueden llevar a cabo exámenes estáticos y en marcha.
El estático evalúa la presión del pie sobre la plataforma con el sujeto parado y explora la carga plantar, con el que se cuantifican las oscilaciones que fisiológica o patológicamente manifiesta sobre un trazado.
Con el examen dinámico se analizan las presiones ejercidas por el pie durante la marcha, y se relacionan los datos registrados en cada fase del caminar captada por videocámaras y los sensores.
La prueba dinámica no sólo es para observar la funcionalidad de la marcha del sujeto, comenta que también está indicada para evaluaciones rehabilitadoras en pacientes con afecciones patológicas de tipo ortopédico del miembro inferior, así como para aquellos con patologías neurológicas, disturbios del equilibrio, vestibulares o del cerebelo cuando se deambula.
A través de la información de alta precisión sobre el comportamiento biomecánico de los pies, que se transfieren a un sistema CAD-CAM –Diseño y manufactura por computadora, se diseñan las plantillas ortopédicas, que una vez con el uso continuo modificará el apoyo del pie.
Como la experiencia clínica también es importante, el sistema, dice, fue consolidado en el Hospital de Traumatología Lomas Verdes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como en el de Neurología y el de Rehabilitación, por lo cual asegura que es una forma preventiva de evitar muchos problemas de la edad adulta, y corregir disfuncionalidades en los menores de edad, a fin de que los pies tengan un desarrollo normal.
Una vez que se realiza el estudio, que es personalizado, se determina si existe algún problema de postura o pies, para posteriormente definir el tipo de plantillas a usar con los materiales apropiados.
El tipo de material también es importante en la elaboración de la plantilla, destaca la especialista, pues éste será de acuerdo a la patología del pie y del uso del zapato.
Es decir, un corredor que tiene problemas por el calzado, debe usar plantillas hechas de un material especial para que absorba el impacto al correr o saltar, y éste no se refleje en las articulaciones provocando dolor en los pies o articulaciones.
En otros casos, señala, debe tener suficiente densidad y dureza para un eficiente uso diario, ayudando a corregir el problema específico de la persona.
Por ello, dice, es importante este tipo de estudios, ya que gracias a la tecnología se puede catalogar la normalidad en la función del pie, fundamental para saber qué tipo de material y tratamiento se necesita.
Los mejor de este sistema es el estudio del pie cuando se está en marcha, ya que cuando se apoya el pie se deforma y se puede ver realmente la patología que se tiene.
En estática se puede tener un pie plano, sin embargo a la hora de caminar se desplaza bien porque de manera intuitiva se compensan de manera adecuada todos los apoyos que hace un pie normal.
En el podoscopio se ve reflejada la huella plantar, la superficie de apoyo puede ser mayor a lo normal, lo que en estática puede ser catalogado como pie plano, pero cuando se hace la prueba en movimiento se observa que el pie no tiene problemas.
Los avances tecnológicos son demasiado, dice Gloria Newell, antes el estudio era estático y el zapato ortopédico era muy invasivo; ahora el examen es en movimiento y se tiene el uso de las plantillas.
Un zapato ortopédico inhibe la función del pie, la base de éste es el tobillo; al momento de meterlo en la bota dura, no permite que se mueva el tobillo, entonces se evita que el pie funcione.
Gracias a la tecnología que ha superado a todas las metodologías que hay en el mercado, tenemos formas distintas de estudiar el pie y de tratarlo.
Piedica México, empresa especializada en la salud del pie, lleva a cabo una campaña de educación, en la que se fomenta el uso de la plantilla personalizada para normalizar cada punto de apoyo y por ende la marcha y estructura.
Explica que las plantillas ayudan a normalizar el apoyo a través del tacto, ya que estimula que el movimiento del pie se corrija después de hacerlo de determinada manera, quedando ya modificado y grabado en el sistema nervioso central.
“Estudiamos el comportamiento de los pies a cualquier edad, desde que el niño empieza a caminar hasta adulto”, ya que tener un buen desarrollo de los pies desde niños puede evitar problemas como dolor, cansancio excesivo, juanetes, dedos en garra u otros más.
Pues en los niños de entre tres y 12 años es más fácil corregir la función del pie sin que se den repercusiones en la postura, ya que de adultos será difícil modificar su estructura anatómica.
El estudio es un elemento valioso para la evaluación clínica del médico y permite además una eliminación gradual de los desordenes posturales, confirmando el poder constituirse en un instrumento para el diagnóstico del desgaste y lesiones.
Por ello recomendó un estudio baropodométrico computarizado para realizar el análisis estático y dinámico de las presiones plantares tanto en posición erecta y durante el ciclo de la marcha, pues muchas veces sentimos dolor de pies, rodillas, cadera o espalda e ignoramos que es producto del uso inadecuado del calzado o de alguna anormalidad al caminar y en la estructura del pie.
QMX/mmv/arm