IMSS, en el top de instituciones de LATAM por su investigación en salud
Yamel Viloria, especial para Quadratín México
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de octubre (Quadratín México).-La nanotecnología se presenta hoy en día como una de las más grandes esperanzas de la ciencia médica, pues su actuación a nivel molecular permite su incursión dentro del organismo para una actuación oportuna y eficaz sobre las células dañadas por enfermedades como el cáncer, diabetes y obesidad, entre otros de los grandes males de la actualidad.
Nano Emes o Nanotecnología es la aplicación de micro partículas conductoras de cargas magnéticas para distintos usos, sus alcances pueden antojarse como parte de la ciencia ficción, pues es cuestión de entender y aceptar que pueden existir nanosensores que circulan por el torrente sanguíneo para controlar el nivel de colesterol, glucosa y otras hormonas.
También hay nanoestructuras de oro que apunten a células cancerígenas las cuales pueden ser destruidas mediante láser no invasivo. Las nanopartículas de plata matan bacterias resistentes a los antibióticos.
Se habla también de la creación de nanopartículas inteligentes que buscan una localización específica en el cuerpo humano y después liberan la medicina al objetivo preciso.
Otro de los mayores avances, es la regeneración que permitirá mayor esperanza de vida a quienes no tienen oportunidad de un trasplante, a través de los andamios nanoestructurales 3D para crecer tejidos y órganos humanos.
La nanotecnología es una ciencia médica sumamente joven, acorde a la literatura médica consultada por Quadratín México, fue en 1959 cuando el científico Richard Feynman obtuvo el premio Nobel de Física en 1965 por sus trabajos en electrodinámica quántica.
Fue el primero en hacer referencia de las posibilidades de la nanociencia y la nanotecnología en su célebre discurso en el Instituto Tecnológico de California, titulado “En el fondo hay espacio de sobra”.
Para 1980, Eric Drexler fundador del Instituto Foresight, introdujo por primera vez el término “nanotecnología”, a partir de lo cual esta tecnología se ha desarrollado vertiginosamente.
En México, esta ciencia tomó gran auge a inicios de la década de los 80. Naturalmente las instituciones que mayor interés han mostrado son el Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la Universidad Nacional Autónoma de México (CFATA-UNAM), así como el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) y la Universidad Autónoma Metropolitana, los cuales crearon el Laboratorio de Nanotecnología y Nanomedicina, y han logrado importantes avances de investigación para atender los principales padecimientos que afectan a los mexicanos.
Como sucede frecuentemente con la medicina, las aplicaciones médicas traspasan el aspecto médico para abordar aspiraciones humanas, como es frenar el proceso de envejecimiento.
En esta materia ha incursionado el laboratorio Aspid Pro, el cual es 100 por ciento mexicano, el cual ha lanzado una línea de cremas que permitan retrasar la edad biológica en la piel, a partir de los 30 años y hasta más de los 60.
Los principios activos se basan en los más grandes avances de la biotecnología y la nanotecnología, a partir de la cual se ofrecen una máxima penetración, estimulan la fisiología tisular, reparan el proceso del envejecimiento y refuerzan la energía del tejido.
De esta forma se actúa sobre el proceso normal de involución cutánea (envejecimiento de la piel). La mala alimentación, las modificaciones del metabolismo y la exposición solar sin adecuada protección dan como resultado una piel más delgada, flácida, con arrugas y pigmentaciones.
Los logros se basan en disminuir el proceso de adelgazamiento y flacidez de la piel, la aparición de arrugas y pigmentaciones, entre otros, al dotarla de una mejor circulación sanguínea.
Hay otros laboratorios del área de cosmetría que también han incursionado en la nanotecnología, como es el caso de Belleza Permanente que ofrece un tratamiento creado por la NASA, como la alternativa más rápida y segura en el control de obesidad y talla.
El tratamiento se basa en la aplicación de nanoesferas para “desbloquear” la grasa, toxinas y líquidos retenidos, que impiden la eliminación eficiente de peso y talla; seguido de electrodos que permiten trabajar a nivel metabólico. Enseguida se aplican impulsos electromagnéticos que generan una gimnasia pasiva, a fin de tonificar y reafirmar el músculo.
Mediante micro impulsos por el sistema periférico central hasta llegar al hipotálamo, se modifica el metabolismo y esto permite disminuir los niveles de ansiedad que generan la ingesta alimenticia en exceso.
Por último, la tercera fase del tratamiento consta de un drenaje con la aplicación de unas bandas linfáticas que nos ayudan a descongestionar y desintoxicar el organismo.
Actualmente, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de
la Salud (SSA) han mostrado su interés por tratamientos de ese tipo, a fin de atacar una de las principales enfermedades de los mexicanos, la obesidad.
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