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El sobrepeso y la obesidad no es cuestión de estética, es un problema grave de salud. Porque se vea por donde se vea, la obesidad es una enfermedad, y como tal debe ser atendida por un médico con un año mínimo de práctica en la medicina interna y con posgrado en bariatría.
El presidente del Colegio Mexicano de Bariatría, A.C., David Montalvo Castro dice que resulta incongruente y absurdo que personas que no son médicos quieran atender a la enfermedad más grave de la historia, que es la obesidad.
“Pretender que cualquier otro profesionista, sin una preparación formal pueda resolver enfermedades, raya en lo absurdo”.
La obesidad es una enfermedad y no una situación de moda, estética o circunstancia por la que cruce el ser humano. Es un padecimiento que debe ser tratado por un especialista, y el que está capacitado para ello por su formación, es el médico bariatra.
En México la práctica de la medicina está regulada, y para que el profesional de la salud pueda atender a un enfermo, debe contar con la formación y una cédula profesional de médico, sin embargo en el tratamiento de la obesidad no sucede de esta forma, ya que se permite que licenciados en nutrición que no son doctores atiendan este padecimiento.
El nutriólogo aunque puede ayudar, no debe atender al paciente con obesidad sin la dirección de un doctor capacitado, de lo contrario, si lo hace por su cuenta está dando una atención inadecuada, ya que “al no ser médico no tiene los elementos, ni los conocimientos para diagnosticar, tratar, manejar y resolver la enfermedad”.
La Norma Oficial Mexicana (NOM), establece que los licenciados en nutrición sólo pueden atender personas con sobrepeso bajo la dirección y supervisión de un médico, disposición que no se cumple, alerta el bariatra Montalvo Castro.
Actualmente, licenciados en nutrición dan consulta como si fueran médicos, y atienden “la enfermedad que se ha convertido en la epidemia más grande del último siglo”, lo que ha provocado que ésta se agrave.
“Mucha gente viendo que hay una cantidad creciente de personas con obesidad” han hecho todo un negocio de ella, al ofrecerles alternativas para bajarlas de peso “sin dietas, ni ejercicio, ni esfuerzo”, reza el sin número de slogans que promueven los productos para bajar de peso.
Promesas que no resultan, pues la realidad es otra, ya que para resolver el problema, que significa padecer este mal, “si hay que hacer dieta, si hay que cambiar el sistema de alimentación, si es conveniente hacer ejercicio y si es conveniente esforzarse”.
Para que funcione una dieta, asegura el bariatra, hay que tomar en cuenta el estilo de vida del enfermo; la energía que gasta con su actividad física; las horas de sueño, su peso, la estatura, la edad, el género; si tuvo o no hijos, si está en edad reproductiva o en menopausia, entre otros factores.
Esto, porque en cada etapa de la vida el funcionamiento del cuerpo humano va cambiando. No es lo mismo adelgazar a un niño obeso que está en edad de crecimiento, que a su padre, posiblemente un hombre de 40 años que ha bajado su actividad física.
“No es lo mismo diseñarle una dieta a un señor que trabaja en un camión repartidor de refrescos, que carga cajas todo el día, que a un oficinista que se mantiene sentado todo el día tecleando”.
Para resolver un problema hay que atacarlo por la causa y no por el efecto, y la obesidad es el efecto, señala el doctor David Montalvo con 27 años de práctica en la especialidad.
Durante una entrevista con la Agencia de Información Quadratín México, explica que el exceso de grasa corporal es el resultado de malos hábitos alimenticios y el desequilibrio entre la cantidad de energéticos que se ingieren a través de los alimentos y el gasto de energía que se tiene.
Por ello, dice, la solución a la obesidad es atacar la causa, y el origen de este mal son los malos hábitos, si estos no se modifican el problema seguirá creciendo.
Si una persona come bien y gasta la energía que consumió, “no se desarrolla obesidad aunque se tenga una predisposición genética o en la familia ascendente todos sean obesos”.
Montalvo Castro insiste en que la obesidad es una enfermedad y debe ser tratada por un médico especialista, ya que este padecimiento es la puerta grande a un sin número de efectos adversos: diabetes, hipertensión, niveles elevados de grasa en sangre que provoca que aumente el proceso de ateroesclerosis y se tapen más rápido las arterias.
Quien padece obesidad puede tener un infarto o una embolia, una trombosis, un accidente vascular, además “hay ciertos tipos de cáncer que se vuelven más frecuentes en obesos”; lesiones en articulaciones y columna, ovarios poliquísticos y problemas de vesícula biliar.
Pero no sólo esas complicaciones, dice el especialista, también provoca hígado graso que si no se atiende degenera en cirrosis y la persona puede morir.
“Hay una gran cantidad de consecuencias por la obesidad”, que si la persona se atiende con alguien que no es médico, y no sabe que existe hígado graso ni como diagnosticarlo, se perdió un momento excelente para detectar el problema.
En las personas con sobrepeso y obesidad aumenta el riesgo de desarrollar esa patología, aún cuando no se tienen estadísticas confiables, “vamos a encontrar una tremenda sorpresa” si tomamos en cuenta que en México 70 por ciento padecen dichas enfermedades.
Pese a que se dice que esa patología es incurable, “en la clínica hemos atendido una cantidad importante con hígado graso, con muy buenos resultados”, porque el médico bariatra sabe la metodología para detectarlo y tratarlo, que no es el caso de un licenciado en nutrición.
No obstante, asegura el presidente del Colegio Mexicano de Bariatría, que su guerra no es contra los nutriólogos, por ello sugiere que estos profesionales se acompañen de un médico especialista para que éste sea quien haga una exploración física adecuada.
Esto con el fin de no esperar las consecuencias, “sino buscar si la persona (obesa) ya empieza con problemas y diagnosticarlo para frenar cuanto antes todas las complicaciones que son muchas y todas son peligrosas”.
Por todas las consecuencias que traen aparejadas el sobrepeso y la obesidad, pues ésta es la puerta grande para que ocurran escenarios graves y hasta fatales, es urgente tomar conciencia que el paciente con estos males debe ser atendido por un doctor, como es el caso de un bariatra, el especialista que puede controlar los problemas de la obesidad y todo lo que conlleva.
Por ello, dijo, es fundamental subrayar que la Bariatría se refiere al control de peso, pero no solo a la cantidad de kilos, sino a todo lo necesario para mejorar la calidad de musculatura de una persona a través de su alimentación.
“Tristemente la población mexicana desconoce que los médicos con esta especialidad pueden ayudar a solucionar este gravísimo problema (obesidad) que puede causar la muerte”.
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