IMSS, en el top de instituciones de LATAM por su investigación en salud
Así lo advirtió el doctor Jaime Alonso Reséndiz Colosia, jefe del Departamento de Tumores de Mama del Hospital de Oncología, del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, al destacar que por ello una de las principales estrategias de prevención es inculcar la cultura de la autoexploración mensual, a partir de la primera regla (conocida como monarca), de manera sistemática entre el segundo y cuarto días después del período.
En el caso de las mujeres en menopausia, y hacerla durante toda la vida, a fin de detectar cambios o anormalidades como bolitas, abultamientos, hundimiento del pezón o coloración diferente de la piel en las mamas y, de ser el caso, acudir de inmediato con el médico.
El especialista afirmó que, de acuerdo con fundamentos clínicos, la mujer obesa, sedentaria, puede desarrollar cáncer de mama debido a que la grasa corporal que se acumula en el cuerpo, se transforma y genera sobreproducción de estrógenos (hormonas) que estimulan enfermedades benignas y malignas de la mama.
El especialista del Seguro Social expuso que por el simple hecho de ser mujer hay mayor riesgo, comparado con el hombre (existe sólo un caso de cáncer de mama en el varón por cada 100 mujeres); también influye el proceso de envejecimiento natural (celular), pues está demostrado que a mayor edad, es más común este tipo de cáncer.
Para la detección oportuna de tumores, se complementa la exploración física con mastografía en mujeres de más de 40 años; y con ultrasonido para jóvenes de 20 a 40, en las que se detecte alguna anormalidad en el seno, debido a que la densidad del seno es muy alta.
El ultrasonido es capaz de detectar tumores hasta de dos milímetros, permite conocer la cantidad de vasos sanguíneos (vasculatura) que hay en la zona, facilita la visibilidad para corroborar si se trata de un tumor quístico (como burbuja de agua) o sólido.
El experto del IMSS indico que las estadísticas demuestran que 45 por ciento del cáncer de mama en la mujer mexicana puede estar presente antes de los 50 años, por lo que exhortó a las derechohabientes acudir a su Unidad de Medicina Familiar para hacerse la mastografía una vez al año, a partir de los 40 años.
Informó que los signos de alerta al revisar o explorar las mamas, antes de que un tumor pueda ser palpable, son hundimiento de la areola y el pezón, pequeñas hendiduras o grietas en la zona y salida de líquido de color café oscuro (hemorrágico).
En ocasiones, abundo, puede haber cambios en la piel o el pezón, descamación o agrietamiento, hundimiento de la piel (similar a la celulitis), cuando la mujer levanta los brazos una parte del seno parece ser traccionada, la piel parece con hoyuelos, coloración de la piel diferente, los cuales pueden ser datos indicativos de una patología anormal.
Recordó que al utilizar la mastografía de manera sistematizada, se puede detectar la enfermedad antes de que las pacientes tengan síntomas, muchos años antes de que el tumor pueda ser palpable; también es posible diagnosticar cualquier anomalía de la mama como enfermedades inflamatorias o infecciones, tumores benignos o malignos.
Por último, reiteró la invitación a hacer ejercicio, mantener un peso adecuado, evitar el consumo de grasas saturadas y la ingesta excesiva de alcohol, pues está demostrado que beber alcohol incrementa la posibilidad de cáncer de mama.
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