Fortalece IMSS acciones de prevención para disminuir los casos de VIH
La gravedad de la enfermedad que sufría Chilver era considerada de los peores casos clínicos vistos, quién después de dos décadas de lucha, sufría de inmovilidad en algunas partes del cuerpo debido a que el flujo sanguíneo ya no les llegaba.
Su índice de masa corporal era de 12, cuando una persona normal y sana tiene un mínimo de 20. Uno de sus doctores apuntó que la joven era alimentada desde 2004 por un tubo.
Al momento de su muerte, Kate Chilver pesaba 30 kilos y medía 1.70 metros.
El doctor Frances Connan, psicólogo consultor en la Clínica Vincent Square, en el suroeste de Londres, recuerda cómo la chica había abandonado el centro sólo dos veces y para rápidamente volver a ser ingresada. Asimismo, señaló que Kate no respondía a la medicación y no podía participar en terapias.
Tras la autopsia, se determinó que la muerte se produjo por la ausencia total de grasa de su organismo que hizo que sus arterias se cerraran por falta de circulación. Apuntaron que su cuerpo estaba literalmente “muerto de hambre”.
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