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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de febrero (Quadratín México).- Leonardo Valdés Zurita descartó hoy la posibilidad de buscar la reelección como presidente del Instituto Federal Electoral, en octubre próximo, pero también rechazó que vaya a dejar el puesto anticipadamente.
Para dar a conocer su decisión, el responsable del IFE utilizó una carta que dirigió a Silvano Aureoles, coordinador del PRD en el Senado.
En el texto, Valdés Zurita señala al perredista que, “para su tranquilidad, le comunico que he decidido no presentarme a la posible reelección del cargo que con dignidad ocupo”.
Aclara que su decisión obedece, entre otras razones, “a que no puedo aceptar someter la evaluación de mi desempeño ante personas tan faltas de objetividad como la que usted muestra ser en la declaración que origina esta comunicación”.
El consejero presidente del IFE aludió, así, a una declaración perredista que quieren la renovación total de los consejeros del IFE, incluida la de Valdés Zurita.
El funcionario electoral le envió otra carta a Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, para decirle que no va a renunciar antes de cumplir con su ciclo ante el IFE. El líder izquierdista le había pedido que concluyera su gestión de manera anticipada.
Valdés Zurita consideró que el punto de vista de Zambrano carece de elementos que correspondan a la relación que tiene en el IFE y aseguró que se basa en la personal convicción acerca de cómo son electos los consejeros y para qué son electos.
Más allá de esa petición, en octubre, la Cámara de Diputados tendrá que elegir a quienes sustituirán en el cargo a Macarita Elizondo, Francisco Guerrero, Alfredo Figueroa y Valdés Zurita, a quien la ley le permite buscar la reelección.
Apenas el pasado día 10, Silvano Aureoles consideró que era urgente reformar la ley para cambiar el método de elección de los nuevos consejeros del IFE.
En aquella ocasión propuso que sea similar a la forma en que se designa a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y se pronunció porque haya pulcritud y mucho cuidado en la designación para evitar que esta decisión se contamine por cuestiones personales o de partido.
Y es que considera que el mecanismo para la elección de los integrantes del IFE ha dejado mucho que desear, puesto que las designaciones se entrampan en el “cuotismo” o en la simpatía por un personaje.
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