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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de noviembre (Quadratín México).- El Senado de la República recibió este miércoles del presidente Felipe Calderón una propuesta de reforma a la Ley Agraria.
La intención, se plantea en el documento, es entregar de manera expedita a los ejidatarios de todo el país la propiedad de sus parcelas a través de la desregulación de los requisitos previos.
En el texto se argumenta que se prevé transitar con celeridad a la titulación en favor del ejidatario sobre su parcela.
Ello, se destaca, al modificar el principio de la unicidad en la titularidad del derecho de propiedad y los requisitos de la asamblea para adoptar colectivamente el régimen de propiedad privada o dominio pleno.
Se explica que también se pretende modificar el derecho de tanto y de sucesión para la transmisión de los derechos parcelarios y limitar a casos de excepción la enajenación de terrenos nacionales con vocación agropecuaria fuera de subasta pública.
Plantea transitar de manera expedita a la titulación del derecho de propiedad sobre las parcelas, al eliminar el derecho transitorio de usufructo como trámite de la asamblea ejidal para adoptar colectivamente el régimen de propiedad privada o dominio pleno.
“Hay un mercado incipiente de tierras por la falta de titulación de derechos de propiedad entre ejidatarios, pues la legislación vigente desde 1992 prevé diversas limitaciones para aceptar el usufructo de las tierras ejidales como garantía”, precisa.
Lo anterior origina un estancamiento, la baja en el crédito rural y la falta de capitalización de ejidos y comunidades, por lo que es necesario impulsar el desarrollo del campo mexicano a través del otorgamiento del dominio pleno de las tierras a sus legítimos poseedores, añadió.
La iniciativa señala que es importante redefinir la naturaleza del ejidatario sobre su parcela, pues no ha sido posible cumplir con los objetivos de la reforma agraria y otorgar a los ejidatarios el dominio pleno sobre sus parcelas.
“Debido a las diversas limitantes y requisitos que la Ley Agraria establece para otorgar a los ejidatarios su dominio pleno, es decir la propiedad sobre sus parcelas”, subraya.
Cuando la mayor parte de las parcelas de un ejido hayan sido delimitadas y asignadas, la asamblea otorgará el dominio pleno a los ejidatarios, que deben pedir al Registro Agrario Nacional la baja de las tierras para que sean inscritas en el Registro Público de la Propiedad.
Dichos requisitos impiden cumplir con el objetivo de la reforma de hace 20 años, pues una gran cantidad de ejidatarios no son propietarios de su parcela y están limitados jurídicamente para ejercer las facultades de dueño que les permita tener dominio absoluto sobre sus tierras.
Refiere que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) existen cinco millones 700 mil ejidatarios, y de acuerdo con el Registro Agrario Nacional, en todo el país existen 31 mil 628 ejidos distribuidos en una superficie de 100 millones 473 mil 830 hectáreas ejidales.
De ese total sólo 24 mil 890 se encuentran parcelados, lo que equivale a una superficie de 26 millones 265 mil 545 hectáreas, y existen tres mil 685 núcleos ejidales con dominio pleno, de los cuales se han emitido 191 mil 782 documentos que acreditan ese dominio.
En la propuesta se insiste en que existen rezagos e injusticias en el campo, lo que se agrava debido a que un alto porcentaje de campesinos cuenta con un patrimonio mínimo y a veces nulo, pues no se les ha reconocido como propietarios de sus tierras y sólo gozan del derecho de usufructo.
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