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CIUDAD DE MEXICO, 2 de octubre (Quadratín México).- Las fuerzas políticas en la Cámara de Diputados coincidieron en condenar el bloqueo impuesto por Estados Unidos al jitomate mexicano, al considerar que tiene tintes electoreros, y en este contexto expresaron la petición al presidente electo, Enrique Peña Nieto, para que se revise el Tratado de Libre Comercio (TLC).
De igual forma se estableció que el actual gobierno al frente del presidente Felipe Calderón, debe de tomar las medidas necesarias para proteger a los productores nacionales.
Fue el diputado perredista Luis E. Cházaro, quien estableció la necesidad de que Peña Nieto revise las condiciones del TLC: “porque de pronto no nos beneficia en muchos rubros, yo creo que el presidente entrante tendrá que hacer una revisión exhaustiva del Tratado de Libre Comercio, porque está ahí en el papel, pero en los hechos no nos beneficia” a los productores mexicanos.
En cuanto a las afirmaciones de que Bruno Ferrari avaló este cierre en EU a las importaciones de jitomate, Cházaro estableció que será necesario llamarlo a rendir cuentas, del por qué si es parte del gobierno, actuó en contra de los productores agrícolas de México, en especial con productos premiun que compiten a nivel internacional.
En este contexto, en la sesión de este martes la Cámara de Diputados exhortó a la Secretaría de Economía a usar los medios legales necesarios para renegociar los acuerdos comerciales con Estados Unidos para que el tomate pueda ser exportado y se beneficie a los productores nacionales.
Lo anterior a partir del punto de acuerdo presentado por el diputado panista Francisco Pelayo Covarrubias, quien fue el primero en acusar que “la determinación de Estados Unidos se vislumbra con fines meramente políticos, pues para que haya un impuesto al jitomate mexicano debe estar de acuerdo el 85 por ciento de los productores estadounidenses”, según la Ley del Departamento de Comercio.
“Hasta el momento menos de 50 por ciento están a favor, pero la presión sigue siendo por los productores de Florida, principalmente, pues con ellos el jitomate mexicano compite de manera directa”, explicó.
Apuntó que el comercio de jitomates está valorado en más de mil 800 millones de dólares, “con lo que, además de las pérdidas que esto representaría para los productores, se perjudica la competitividad mexicana de la industria”.
México es actualmente el primer exportador de tomates del mundo en 2011, con dos millones de toneladas e ingresos de 12 mil 700 millones de pesos anuales. Además, el cultivo genera un millón 600 mil empleos directos e indirectos.
En su turno, el legislador priísta Heriberto Galindo Quiñones ratificó que el bloque al jitomate mexicano responde a intereses electorales que beneficiarán a los políticos de EU con 60 votos de los productores de Florida, pero afectarán a 350 mil familias mexicanas.
Advirtió que si en México “no asumimos una actitud de firmeza en la defensa de los productores mexicanos, en 40 días tendremos problemas muy graves en las cosechas y la producción del tomate. Entraríamos en situaciones penosas, donde el precio del tomate se derrumbaría y los jornaleros estacionales se verían afectados en virtud de que no habrá clientes”.
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