Respalda PT a diputada que señala golpeteo político en Oaxaca
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de septiembre (Quadratín México).– Violento, más de medio centenar de diputadas y diputados de la llamada izquierda tomó por asalto la tribuna de la Cámara de Diputados y bloqueó la discusión del dictamen de la Reforma Electoral. Poco antes de las tres de la tarde la sesión plenaria se fue a obligado receso.
Sin embargo, fracasaron en el pretendido boicot: una hora después se reanudó la sesión para discutir la reforma electoral y votar el dictamen. La tribuna se quedó en manos de los anti reformistas y la sesión bajo la conducción de la Mesa Directiva camaral, desde un balcón; inédita escena mientras Ricardo Monreal se desgañitaba en descalificaciones contra priistas y panistas; apenas fiel a su praxis fundamentalista del todo o nada…
Intolerantes, bárbaros y violentos, los calificó Manlio Fabio Beltrones. Molesto y airado, Silvano Aureoles Conejo, coordinador de la bancada perredista se deslindó de ese grupo y zanjó: “que las consecuencias las asuman por su cuenta, no el partido”.
Y el coordinador de la fracción del PAN, Luis Alberto Villarreal, se sumó a la condena contra el acto de legisladores izquierdistas a quienes el coordinador de los legisladores ecologistas, Arturo Escobar, consideró “grupo muy minoritario”.
Y es que poco antes de las tres de la tarde, luego de copar los espacios de la mesa directiva, instalándose en medio del presidente Jesús Murillo Karam y el vicepresidente José González Morfín, robustas diputadas federales perredistas violentaron la sesión. De pronto, la diputada María Guadalupe Moctezuma arrebató el micrófono a Murillo Karam y se armó la batahola.
Entre tirones el micrófono lo asió otra legisladora, mientras sus robustas compañeras imitaban ese procedimiento de hacerse de un asiento en el transporte públicos, a caderazo limpio. En la tribuna estaban esparcidos los panfletos, los cartelones y las mantas contra la reforma electoral.
Cuando la presidencia es despojada del micrófono y la violencia se impone al debate, entonces desde sus curules los diputados del PRI y del PVEM, del PAN e incluso del PRD alzan la voz e invocan “¡No a la violencia!”, con la respuesta de las diputadas enfundadas en playeras blancas a manera de corsé: “¡No a las reformas!”
Luego, todos entonan el Himno Nacional pero ello no destraba esta toma de tribuna y de plano Murillo Karam y González Morfín abandonan la tribuna y se dirigen al salón. Murillo dialoga con Manlio Fabio Beltrones. Y todos los coordinadores dialogan en la oficina de Murillo. Hay acuerdo y se despliega la estrategia para recuperar espacios y reanudar la sesión.
¿Sería en el auditorio del edificio E? Se avistaba esa salida, pero…
Por ahí de las cuatro de la tarde, desde un palco al sur del salón de pleno, Murillo Karam reanuda la sesión entre gritos de ¡México! ¡México! ¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo! Abajo el palmo de narices se queda con las diputadas y los diputados de izquierda. Ya sólo les quedaba el recurso del grito y del pataleo.
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