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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de agosto, (Quadratin México).- No les tengo miedo, son cínicos y corruptos, dijo el senador del PT Ricardo Monreal, al retar al gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila; al coordinador de la campaña del PRI, Luis Videgaray, y al secretario de Finanzas del Estado de México, Raúl Murrieta, a que lo denuncien formalmente por sus denuncias.
Monreal se refirió a las afirmaciones que ha sostenido en el sentido de que la administración del Estado de México desvió recursos a favor de la campaña de Enrique Peña Nieto, y reiteró que no tiene miedo ni respeto por ese grupo de “corruptores”.
Al llegar a la sesión de la Comisión Permanente, el senador anunció que ante las amenazas de denuncia en su contra, acudirá el próximo martes a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México a rendir su declaración y también buscará al gobernador de esa entidad para que rinda su declaración.
“Voy la semana que entra con el gobernador para que me tomen la declaración, no les tengo miedo, son cínicos y corruptos. Voy lunes o martes a presentarme voluntariamente a la procuraduría para que ya no le piensen, que de los cientos de abogados que tienen en el Estado de México empiecen a construir la denuncia, que no se tienten, que no simulen ni tengan temor, que la presenten porque ahí voy a estar, con el procurador para que me denuncie y con el procurador para que me tome la declaración”.
Afirmó que las cuentas administradas por Luis Videgaray, de Scotia Bank número 03800806935 y de Bancomer cuenta 32540061 son reales “y nosotros presumimos que fueron usadas de manera ilícita para financiar la campaña de Peña Nieto y probablemente se cometieron delitos de lavado de dinero, evasión fiscal y delincuencia organizada”.
Acusó que el PRI de manera sistemática niega siempre sus fechorías y conductas antijurídicas y así como hizo con el Pemexgate, el Monexgate y su relación con Soriana, ahora niega la vinculación con el Scotiabank.
Sin embargo, dijo, la explicación que dio el gobernador Ávila es infantil y grosera, porque de entrada reconoce que existe la cuenta, no obstante que en un principio se negó.
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