Concluye insaculación para renovar el PJ tras algunos contratiempos
En un comunicado, el secretario de Planeación del PRD, Vladimir Aguilar García, consideró que esa reforma deja temas pendientes importantes como la transparencia en campañas políticas y la rendición de cuentas de los recursos que reciben los partidos políticos.
Deja además el endurecimiento a los controles de los presupuestos estatales, la reelección legislativa y la revocación del mandato como instrumento ciudadano para decidir la permanencia o no de funcionarios públicos.
Añadió que el haber incluido exigencias de los partidos de izquierda como la consulta y la iniciativa populares y la figura de los candidatos ciudadanos parece, más bien, un premio de consolación para callar críticas ante las deficiencias del nuevo ordenamiento.
Tan sólo para poder tener candidatos independientes que no tengan que ser “bendecidos” por algún partido político, los mexicanos tendremos que esperar hasta el año 2015, refirió.
Por lo anterior, mencionó, se deberán hacer modificaciones al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) y expedir una ley que reglamente dicho procedimiento.
Aguilar García afirmó que dicha legislación tiene el objetivo de satisfacer, en su mayoría, demandas hechas por la derecha, pues se siguen fortaleciendo las atribuciones del presidente en turno.
Entre ellas, citó la de poder jurar al cargo en cualquier lugar, y remitir dos iniciativas preferentes en un periodo ordinario de sesiones por encima de las iniciativas ciudadanas, que también se aprobaron.
El dirigente perredista consideró que con dicha reforma se ratifica la excesiva concentración y las atribuciones de los políticos, sin embargo, se desdeña el involucramiento de los ciudadanos en cuestiones públicas de interés federal.
Destacó que los partidos de izquierda de ninguna manera pueden sentirse satisfechos con un documento que establece los límites de sobrerrepresentación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y que prevé mecanismos de sustitución presidencial por ausencia absoluta.
En cambio, no dice nada sobre el cumplimiento a cabalidad y sin chantaje de que la Presidencia, la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política del Congreso sea encabezada cada año de manera rotativa por los partidos que obtuvieron el mayor número de votos en las elecciones.
Por ello, añadió, la izquierda reitera la necesidad de transitar hacia un régimen semiparlamentario que le quite atribuciones al Poder Ejecutivo con el que se logren concretar los acuerdos políticos que se necesitan para avanzar en los temas trascendentales del país.
Además de la necesidad de un régimen que aleje cualquier intentona de aquellos que pugnan por dejar sobrerrepresentación a una sola fuerza política en detrimento de la pluralidad que supone el actual régimen de partidos.
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