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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de octubre (Quadratín México).- El ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, acusó a empresarios de carbón en el estado de haberse incorporado al crimen organizado comprándoles carbón y que con el dinero de estas transacciones adquieren armas, “con una de esas armas mataron a mi hijo”.
En entrevista radiofónica, Moreira Valdés pidió al gobierno federal y local investigar esta situación que dijo, “es un secreto a voces en la región”. Afirmó que el nuevo negocio de los criminales ya no son los levantones o cobrar derecho de piso a los giros negros, si no la compra y venta de carbón, negocio en el que son favorecidos por empresarios.
“Desde hace unos meses, un año y meses, es un secreto a voces en la región carbonífera del estado, los narcotraficantes empezaron a cambiar su giro y en lugar de secuestro, levantones o cuotas a los giros negros, les dio por extraer carbón”, aseguró. Dijo que, de acuerdo con lo que le comentaron habitantes de Progreso, Coahuila, Heriberto Lazcano, ‘El Lazca’, se dedicaba al negocio de la minería, y que transitaba por el municipio de manera sencilla en una camioneta, acompañado de un ayudante. Consideró que no es posible que Lazcano Lazcano vendiera el carbón sin la ayuda de “intermediarios”.
“El carbón, no es posible que se lo vendiera el señor Lazcano a la Comisión Federal de Electricidad o la Prodemi (Promotora para el Desarrollo Minero de Coahuila), tenía que haber intermediarios para poder comprar ese carbón”, afirmó. Acusó a empresarios de comprar el carbón a criminales como ‘El Lazca’, quienes con ese dinero adquieren armas, “con una de esas armas mataron a mi hijo y con muchas armas han matado a miles de personas”.
“En la región carbonífera se puede ver gente que tiene una producción de 100 mil toneladas y vende 200 mil, las otras 100 mil a quién se las compra”, cuestionó.
Ante esto, llamó al gobierno federal a investigar a los nuevos mineros que han llegado a la zona y a las empresas que están vendiendo el carbón. El ex líder nacional del PRI dijo que el procurador y subprocurador del estado le confirmaron que el asesinato de su hijo José Eduardo Moreira Rodríguez se planeó como venganza por el abatimiento de Alejandro Treviño Chávez, sobrino del número dos del cártel de Los Zetas, Miguel Treviño Morales, El Z-40, ocurrido el 3 de octubre.
“De manera oficial el procurador del estado me hizo saber que esto se debe en venganza por haber matado, la Policía estatal, al sobrino del Z-40”, afirmó.
“De acuerdo a la Constitución, al Artículo 20, apartado C, tengo el derecho de que me estén informando, como a todos los padres de las víctimas de esta guerra.
Y de manera oficial el procurador y el subprocurador del estado me dieron la información de que se debe a la venganza, se da la orden de que maten a un sobrino del gobernador; buscan al mismo tiempo a un hijo de una hermana mía, por comentarios ya de la gente por dónde lo buscaron, y al mismo tiempo buscan a mi hijo y al que matan es a mi hijo”, dijo.
Al narrar cómo supo de la muerte de su hijo José Eduardo, señaló que ese día “recibo mensajes de mi hijo a las 5:30 de la tarde, quedamos que nos íbamos a ver el sábado para una boda de un amigo y el domingo estaríamos haciendo una carne asada”.
“A las 5:45 me dice su esposa, recibe la llamada del esposo de una dirigente social, de una líder de una colonia, que era además el subdirector de la policía, insistiéndole en entregar una invitación a mi hijo para un evento de la colonia donde su esposa era la dirigente.
Lo que no contó el policía es que antes de salir de su casa él hizo una llamada con un amigo por el cual iba a pasar para irse juntos a un evento del municipio y se disculpó por no poder pasar, y le dice el motivo, le dice “me está hablando el esposo de esta dirigente”, Rodolfo Castillo se llama, “para darme la invitación, te pido que nos veamos en el evento de la seis”.
Ya no llega. “Me entero por… a las 9:21 un periodista de aquí de Saltillo me manda un mensaje diciéndome que cómo están las cosas y le digo que muy bien, y me dice que hay un rumor que a mi hijo lo habían levantado. Le mando un mensaje a mi hijo, ya no lo contesta, empiezo a tratar de indagar, le pido más datos a este periodista; entra una llamada que me pasa mi esposa del gobernador, Rubén mi hermano, y me dice de manera oficial que habían matado a mi hijo.
En la noche me llegan condolencias, pero también información de este muchacho valiente que se atrevió a hacer la denuncia, diciéndome de esa llamada que mi hijo le había hecho, y por esa información se da con el policía, que por cierto cuando fui gobernador, el general que estaba al frente de la Policía municipal había dado de baja por tener elementos de que estaba mal en su trabajo, y que por cierto a ese policía hace cinco meses al presidente municipal se le hizo saber que tenían que darlo de baja porque no había pasado el examen de confianza, es decir lo habían recontratado.
Este policía empieza a dar datos y nombres y detienen a los otros policías, como es “La Iguana” y “El Taca”, y detienen a quien los tenía escondidos, que era un señor Bárcenas, que había sido el director de informática de la pasada administración del alcalde Lenin Rivera. Han detenido ya a los policías, no han detenido a ninguno de los asesinos, como tampoco han detenido al autor intelectual de esto.
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