Vinculan a proceso a acusado de matar a 2 en caravana de Los Reyes
HOUSTON, 27 de agosto (Quadratín México).- La Caravana por la Paz encabezada por el poeta Javier Sicilia afirmó que “si no somos capaces de detener la epidemia de la violencia provocada por las armas de asalto y los asesinos que los utilizan, vamos a seguir viviendo en el infierno”.
Al destruir simbólicamente un arma de asalto militar en referencia a la legalidad con que se comercia armas de este país hacia México, Sicilia se pronunció por cambiar esta espiral de violencia en México.
El freno al comercio de armas y a la violencia, dijo, sólo puede venir desde abajo, desde los ciudadanos de México y Estados Unidos.
Sicilia viaja a lo largo de Estados Unidos acompañado de un centenar de familiares de personas que han muerto o desaparecido durante la lucha contra el narcotráfico que lanzó el presidente Felipe Calderón en diciembre de 2006.
Según las estadísticas del gobierno, hasta el último trimestre de 2011 habían muerto 47 mil 500 personas. Organizaciones de derechos humanos insisten en que la cifra es bastante superior.
El arma de asalto, un AK-47, y una pistola fueron cortadas por la mitad y cubiertas con cemento en una ceremonia realizada en un parque de la ciudad en la presencia de Sicilia, cuyo hijo Javier de 24 años fue víctima de la violencia en marzo de 2011.
“Me dio una gran alegría desmantelar las armas porque tienen un gran poder. Estos actos simbólicos pueden llegar a ser algo mayor si los gobiernos de México y Estados Unidos hacen su parte para detener el flujo de armas militares de asalto de estilo en México”, dijo el activista.
Antes de la destrucción de las armas, los familiares de víctimas relataron sus historias.
Margarita López busca a su hija Yahaira Guadalupe, de 19 años, desaparecida desde abril de 2011.
La joven, oriunda de Tlacoluca de Matamoros, Oaxaca, fue sacada de su casa por un grupo no identificado de hombres con armas de asalto. Al respecto, López dijo: “Estoy aquí para pedir a la gente de los Estados Unidos para que nos apoyen para poner fin al tráfico de armas que está matando a su pueblo y al mío”.
Margarita estaba vestida de blanco y rompió las piezas restantes del AK-47 con un martillo; para ella la acción le dio consuelo. “Toda la paz que he tenido se convirtió en ira cuando vi esta arma, que podría haber sido utilizado para matar a cualquiera de nuestras hijas. Con un sólo golpe (en el rifle), solté una gran parte de la ira que tenía”.
La Caravana por la Paz se encuentra viajando por los Estados Unidos de América; el recorrido en autobús se llevará a cabo en 30 días y busca poner fin a la guerra contra las drogas.
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