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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de agosto (Quadratín México).- A ocho meses de dejar su cargo en el arzobispado de Guadalajara, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, denunció hoy que en 1999, durante una visita social a la casa del entonces secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, le intentaron envenenar, a causa de lo cual sufrió una trombosis.
El prelado dijo que en otra ocasión también le intentaron envenenar.
Ambos atentados contra su vida los inscribió en el contexto de la postura crítica que asumió en las investigaciones oficiales sobre la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, su antecesor como jerarca formal en la Arquidiócesis de Guadalajara, quien el 24 de mayo de 1993 fue asesinado en el aeropuerto internacional de esa ciudad.
El prelado relató que el primer intento de asesinato ocurrió en febrero de ese año en Dallas, Texas, a donde acudió para participar en una reunión sobre temas de bioética, junto con otros obispos.
Sin dar mayores detalles, refirió que en esa ocasión le enviaron al hotel donde se hospedaba un pedazo de dulce de cacahuate muy bien envuelto que presuntamente estaba envenenado.
El segundo atentado ocurrió dos meses después, en mayo de 1999, durante una reunión social efectuada en la casa de Labastida Ochoa, quien, por cierto, aclaró, no estaba presente en esa ocasión.
Sandoval Íñiguez, quien renunció a la arquidiócesis de Guadalajara en diciembre de 2011, luego de 17 años al frente de ese distrito religioso, detalló que el envenenamiento en la casa del priista le provocó una trombosis.
El religioso relató que “antes de cenar” en la casa de Labastida le preguntaron “‘¿Qué gustan tomar?” y que él contestó “No, pues un tequila”.
Continúa: “Trajeron el tequila para todos y a mí me trajeron el mío ya servido. Le di un trago y me supo amargo, y dije: ‘Qué raro. Seré yo medio delicado’”.
“Nomás le di dos tragos, y no grandes, y me supo amargo. Después me puse a ver qué tenía y llegó un individuo de los que andaban sirviendo y me lo arrebató y se fue”, agregó.
Poco después, dijo, fue intervenido de urgencia y le extrajeron metro y medio de intestino, ya que tenía gangrena.
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