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WASHINGTON, 25 de julio (Quadratín México).- El general Óscar Naranjo, ex jefe de la Policía Nacional de Colombia y que asesorará en materia de seguridad al vencedor de las elecciones presidenciales de México, Enrique Peña Nieto, abogó hoy por qué ese país “reinvente” su respuesta contra el narcotráfico y otorgue más voz a la ciudadanía.
Luchar contra la delincuencia “ya no es sólo un asunto de policías y jueces”, e implica “valores democráticos” y “más sinergia a través de la sociedad”, aseguró hoy Naranjo ante la prensa en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington.
El general colombiano, que se ha definido como “aprendiz en asesoría”, será contratado para formular recomendaciones y análisis en el probable futuro Gobierno mexicano e, independientemente de ello, también en el BID.
“Cuando acepté con el presidente electo (Peña Nieto) ser su asesor en seguridad, lo hice con la convicción de que él también tiene unas profundas convicciones de que no habrá ni treguas ni pactos con el narcotráfico”, argumentó.
Su receta se basa en que los actores políticos, sociales y académicos del país generen “una cierta capacidad para reinventar las leyes y los paradigmas de la lucha contra el narcotráfico”.
“Llegó la hora de ahogar un poco la voz de los victimarios para empoderar la voz de las víctimas”, auguró.
Para ello, el colombiano recetó combinar la política nacional con las alianzas internacionales.
“A un fenómeno trasnacional se le enfrenta con una estrategia trasnacional”, destacó. “Ningún país de manera insular y aislada puede obtener victorias ni tempranas ni definitivas” en la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad.
“No sólo Estados Unidos, sino el mundo entero debe aliarse con México para ayudarle a superar el reto del crimen trasnacional”, sentenció.
“Predico que hace falta un enfoque regional y trasnacional con el crimen, pero también afirmo que la solución del problema mexicano está en mano de los mexicanos”, matizó.
Para el general, la seguridad debe ser una política estatal “no sujeta a las controversias partidistas”.
En este sentido, aseguró que Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional, contaría con un “gran activo” para continuar en el combate de las drogas.
Ese “activo” es, según el general, la política desarrollada por el todavía presidente Felipe Calderón, de quién destacó su “valentía” y sus “logros” en la detención de narcotraficantes y en las armas incautadas durante sus seis años al frente del Gobierno.
Naranjo, que dejó en junio la jefatura de la Policía Nacional de Colombia, admitió que el narcotráfico y la violencia en su país de origen y en México no son comparables, ya que hacerlo sería “un error metodológico, conceptual y político”.
“Lo único que compartimos los mexicanos y colombianos es la tragedia surgida del narcotráfico”, aseguró.
Peña Nieto dijo el pasado 14 de junio, antes de celebrarse las elecciones presidenciales, que había ofrecido a Naranjo el puesto de “asesor externo en materia de seguridad” y anunció que el exjefe de la Policía Nacional de Colombia había aceptado la propuesta.
Naranjo “fue un actor central en el desmantelamiento del cartel del Norte del Valle” y “fue uno de los principales líderes en la lucha contra la guerrilla colombiana y logró debilitar a las FARC”, justificó el entonces candidato.
Sobre su fichaje por el BID, el presidente de la institución interamericana, el también colombiano Luis Alberto Moreno, argumentó haber detectado “más demanda de financiación al banco” para sus funciones en seguridad.
Preguntado por los supuestos vínculos con el narcotráfico de Mauricio Santoyo, que fue jefe de seguridad de Álvaro Uribe cuando era presidente de Colombia y será procesado en EU Naranjo negó haber sido contactado por las partes.
“Me declaro a la espera de una justicia totalmente garantista, impecable, pero que dará a Santoyo la oportunidad de dar explicaciones”, acotó.
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