Inflación anual cerró 2024 en 4.21%: Inegi
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de junio (Quadratín México).- Hay que acelerar el gasto público a corto plazo, en especial en materia de inversión, a fin de fortalecer el entorno para un mayor crecimiento económico en el mediano plazo, planteó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Reconoce que hay una creciente preocupación por una mayor desaceleración de la actividad económica, pero no hay información suficiente que confirme que la economía mexicana ha entrado en una nueva fase de debilitamiento.
En su opinión, la preocupación mayor es que, si bien las expectativas de crecimiento van a la baja, no se perciben indicios en el corto plazo de la aplicación de políticas que estimulen un mayor dinamismo de la actividad económica.
El mejor ejemplo de ello es el gasto público, pues sigue detenido sin alguna razón aparente, a pesar de que los ingresos muestran un avance moderado, apunta el organismo en su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”.
Expuso que tras conocerse que la economía creció sólo 0.8 por ciento anual en el primer trimestre del año, los pronósticos se corrigieron a la baja, incluso hay opiniones de que sería poco probable un crecimiento superior a 3.0 por ciento.
En este entorno, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ajustó a la baja su pronóstico de crecimiento, de 3.5 a 3.1 por ciento, al considerar que la economía, si bien sigue en ascenso, su ritmo de avance ha sido menor a lo esperado.
Más pesimista fue la percepción de los especialistas del sector privado encuestados por el Banco de México, cuya estimación sobre el avance del PIB se ubicó en 2.96 por ciento, porcentaje que además de ser el más bajo desde que se inició el sondeo de la variable es el que refleja el mayor cambio respecto al pronóstico previo, argumenta.
Refiere que la preocupación por una mayor desaceleración de la actividad económica crece conforme se conocen más resultados del comportamiento de los principales indicadores macroeconómicos.
A pesar de ello, el organismo de investigación del sector privado considera que no hay información suficiente que confirme que la economía mexicana ha entrado en una nueva fase de debilitamiento.
De hecho, considera, los datos más recientes de las principales variables económicas se refieren a abril pasado, que también se vio afectado por diversos factores estacionales y, por lo tanto, su evolución puede mostrar un comportamiento atípico.
Refiere que no se perciben indicios en el corto plazo de la aplicación de políticas que estimulen un mayor dinamismo de la economía, y el mejor ejemplo de ello es el gasto público, pues sigue detenido sin alguna razón aparente, a pesar de que los ingresos muestran un avance moderado.
Según datos de la SHCP, los ingresos totales del sector público crecieron 0.3 por ciento anual en los primeros cuatro meses del año, en especial por el avance de 4.5 por ciento de los ingresos no petroleros.
En tanto, los ingresos relacionados con el petróleo disminuyeron 7.7 por ciento, lo que deja ver lo vulnerable que son las cuentas públicas y, en buena medida, la causa de que los ingresos totales hayan sido 2.2 por ciento inferiores a lo que se tenía programado.
Por su parte, continúa, el gasto total que se ejerció en los primeros cuatro meses del presente año resultó 7.0 por ciento menor en términos reales al reportado en el mismo periodo de 2012, inferior en 63 mil 100 millones de pesos a lo programado.
Precisa que si bien es cierto que en los primeros meses del año generalmente se aprecia un subejercicio del gasto, el de 2013 fue casi de 20 mil millones de pesos mayor que el del año pasado.
Resalta la caída anual de 7.2 por ciento real en el gasto en inversión física, rubro que tiene una incidencia importante en la tasa de crecimiento del PIB, pues del total de la inversión en construcción del país, más de 50 por ciento proviene del sector público.
En su opinión, la lentitud en el ejercicio del gasto podría estar relacionada con los procesos electorales en el año. “Si este es el caso, estaríamos perdiendo la oportunidad de acelerar el cambio que requiere el país para crecer a tasas elevadas”, alerta.
Para el CEESP, llama la atención que en el corto plazo los pronósticos de los especialistas, si bien la economía no podrá lograr tasas de crecimiento cercanas a 4.0 por ciento este año, no consideran una tasa de avance menor a 3.0 por ciento anual para los tres siguientes trimestres.
Esto indica que las perspectivas no son tan desfavorables, pues se estima que en el segundo trimestre la situación mejore una vez que se hayan diluido los efectos estacionales.
Por ello, insiste en acelerar el gasto público, sobre todo materia de inversión, para que la economía crezca más, pues hay que aprovechar que las perspectivas para los siguientes trimestres son favorables y podrían serlo más de ver señales claras para aprobar las reformas estructurales.
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