Inflación anual cerró 2024 en 4.21%: Inegi
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de mayo (Quadratín México).- El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, afirmó que de lograrse todo el paquete de reformas que plantea el gobierno federal, “es alcanzable” una meta de crecimiento de 6.0 a 6.5 por ciento.
“Si ahora usamos el tiempo, mientras la economía mundial se recupera para hacer estas reformas e implementarlas, hay que tomar en cuenta que tarda tiempo implementarlas y que surtan (efectos), eso nos podría dar con el tiempo más o menos 1.5 o 2.0 por ciento adicional de crecimiento dependiendo de la profundidad de las reformas”, dijo.
Durante su participación en la 23 Convención de Aseguradores de México, Carstens Carstens calificó como acertado el avance en el impulso de las reformas, porque “es una realidad, nosotros no podemos confiar el crecimiento externo para que México siga progresando”.
Refirió que en este momento el crecimiento potencial del país es de 3.5 a 4.0 por ciento, y el entorno externo podría añadir un punto porcentual, y si a eso se suma lo que aportarían las reformas estructurales las tasas de crecimiento serían de 6.0 a 6.5 por ciento.
“Es una meta alcanzable y ciertamente debemos concentrarnos en estas reforma, hacerlas lo más profundas posibles, implementarlas lo más rápido posible, porque de esa manera los resultados se van a ver mucho más rápido en términos de crecimiento, creación de empleo y abatimiento de la pobreza”, agregó.
Asimismo, señaló que México enfrentará un menor impulso del mercado externo, por lo que deberá fortalecerse a su interior, y la manera de hacerlo es con las reformas estructurales, las cuales también prepararían al país ante la eventual salida de capitales.
Reiteró que eventualmente México enfrentará una salida de capitales conforme se incrementen las tasas de interés de referencia a nivel internacional y “nos debemos ir anticipando de manera prudencial a esos escenarios”, por ello la importancia de las reformas y de preservar la estabilidad económica, que nos permite ir “navegado bien por las aguas turbulentas de la crisis”.
Carstens añadió que hay factores como la estabilidad económica, un régimen flexible de tipo de cambio y tasas de interés, la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI) y una deuda pública bien estructurada, que “nos da bastante seguridad para enfrentar una reversión de capitales”.
Por otra parte, reconoció que las recientes alzas en los precios de algunos alimentos agropecuarios complican la tarea del Banxico de reducir la inflación, que se ubica en 4.72 por ciento a la primera quincena de abril.
Aseguró que el banco central estará muy vigilante de dichos eventos, que calificó de temporales, a pesar de que no implican un aumento generalizado en los precios ni afectan la dinámica inflacionaria.
En el corto plazo, el trabajo se nos ha complicado, “pero confío en que serán choques temporales y deberían de disiparse y por lo mismo el Banco de México se va a mantener vigilante”, dijo.
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