Inflación anual cerró 2024 en 4.21%: Inegi
ACAPULCO, 26 de abril (Quadratín México).- El Banco de México no tiene considerado el uso de controles a los flujos de capital que han ingresado al país en un monto, que solo el último año alcanzó 60 mil millones de dólares, afirmó este viernes Agustín Carstens Carstens gobernador de la institución, quien agregó que este año podría haber una acumulación adicional de reservas internacionales por unos 20 mil millones de dólares.
Tras manifestar que el peso está subvaluado y que es probable que siga apreciándose, el funcionario, que participa en la convención de banqueros en el puerto de Acapulco, agregó el banco central está vigilante de la entrada y salida de capitales externos, tras el relajamiento monetario en algunos países.
En ese sentido, señaló que la política utilizada para vigilar el ingreso de capitales para la compra de instrumentos en los mercados financieros locales “ha sido la de dejar al máximo posible que los ajustes se lleven a través del mercado”.
Indicó que el monto de inversión extranjera que ha llegado al país para la compra de valores gubernamentales se multiplicó por seis en los últimos cuatro años para llegar a 127 mil 100 millones de dólares, de acuerdo con datos del propio Banco de México.
La reducción en las tasas de interés de referencia a niveles mínimos en los países avanzados, como parte de las acciones de sus bancos centrales para hacer frente a la crisis que estalló en 2008, ha provocado un incremento en el ingreso de inversiones financieras a las naciones en desarrollo, entre ellas México, donde las tasas de interés son mayores.
“No creo mucho en los controles de capitales, su costo administrativo es mucho mayor que su eficacia”, respondió Carstens, interrogado sobre la posibilidad de que fueran introducidas en México medidas para regular el ingreso y salida de este tipo de inversiones. “Yo diría que no se está contemplando el uso de controles como tal”, puntualizó.
Refirió que en los últimos 12 meses, han ingresado al país recursos por entre 50 mil y 60 mil millones de dólares destinados a la compra de activos en el mercado financiero. La política que México ha utilizado respecto a estos flujos de capital es dejar al máximo posible que los ajustes se lleven a través del mercado, mencionó.
El régimen de tipo de cambio flexible vigente en el país “es muy poco intervencionista y cuando hemos decidido que el Banco Central interfiera con su funcionamiento ha sido fundamentalmente a través de reglas”, comentó.
Una de esas reglas, que dejó de funcionar hace unas semanas era que el Banco de México convocaba a los bancos comerciales a participar en una subasta de 400 millones de dólares si el tipo de cambio se apreciaba más de 2 por ciento de un día a otro, recordó. En otras ocasiones el banco central subasta opciones para que los bancos comerciales le vendan dólares.
“Esa podría ser un mecanismo que en el futuro se podría utilizar, no lo estoy anticipando, pero es un instrumento que se está utilizando en el pasado”.
Carstens dijo que México enfrenta un momento particular en el que hay factores externos que están expulsando capitales de los países avanzados, por la política monetaria de tasas baja.
Cuando sucede esto los inversionistas se fijan en la mejor opción entre riesgo y rendimiento y la condición económica de los países receptores, agregó.
“Ahorita México, por lo sano marco macroeconómico las perspectivas de crecimiento y la reformas económica está atrayendo capitales. Se está juntando el hambre con las ganas de comer y se está juntando la expulsión y atracción de capital”.
Es precisamente sobre este movimiento de capitales que se está dando en el mundo acerca de lo que el Banco de México está tratando de alertas, añadió. Cualquier país, no sólo México tiene una cierta capacidad de absorción de capitales, los cuales tienen que llegar a una velocidad que sean manejables y no generen distorsiones de precios o burbujas que representen una vulnerabilidad financiera.
México, afirmó no está en una circunstancia de vulnerabilidad por estos flujos de capitales” pero si continúan y se empiezan a intermediar de manera diferentes sí habría peligro de preciso distorsionados en la economía que pudieran generar una vulnerabilidad y en ese sentido el Banco de México deberá estar muy al pendiente de que no se generen esas distorsiones”.
QMX/fm